Una familia en Navidad. | Pixabay

Otro año más, y después de una pequeña reflexión sobre lo que nos ha acontecido el año saliente, hemos vuelto a hacer la lista de propósitos familiares para el nuevo año. En este 2023 hemos dividido nuestras intenciones en individuales y grupales. Es decir, hemos unido nuestras metas particulares de mejora con aquellas que facilitarán nuestra convivencia familiar.

Como el inicio del nuevo año es un momento de esperanza, de pensamientos positivos, de propósitos y de intentos por mejorar aquellas cosas que queremos cambiar, pienso que nos hemos venido muy arriba con nuestros acuerdos. Aún así, he de reconocer que tengo más confianza en que mis hijas cumplan sus compromisos que los cumpla yo.

Ellas, a nivel familiar, han optado por comprometerse en aspectos bastante clásicos como discutir menos entre sí, ordenar su habitación o comprometerse con las tareas del hogar. Las individuales no las comparto por respeto a su intimidad. Por mi parte, también he partido de compromisos habituales como hacer más cosas en familia, trabajar menos en casa, hacer más deporte, etc.

Con respecto a mi rol parental me propongo el mismo objetivo que otros años, dado que no siempre lo consigo cumplir: «Trata a tus hijos como te gustaría que los demás les tratasen a ellos». Esta frase es la mejor manera que tengo para regular mi comportamiento con ellas, ya que en ocasiones puede que no esté a la altura que se merecen.

A mí, a modo de ejemplo, no me gustaría que su profesor les gritase cuando se despistan y no entienden lo que se está explicando. Tampoco me gustaría que el entrenador les minusvalorara, les criticara porque aún no tienen la habilidad suficiente. Lo que me gustaría es que su profesor sea cariñoso con ellas, que tenga paciencia para apoyarles en sus capacidades, que les dé la oportunidad de aprender de manera positiva. Me gustaría que su entrenador tenga confianza en ellas, que les anime a practicar el deporte, que les enseñe valores y no solo tenga en cuenta la victoria. Pensar cómo me gustaría que fuesen otros con ellas, me ayuda como punto de partida para comprometerme en mi función parental.

No sé si tengo claro cómo educar a mis hijas, lo que tengo más claro es cómo no me gustaría hacerlo. Intentaré parecerme al profesor o al entrenador que deseo que tuviesen a su lado.
¡Feliz año nuevo!

ivancastroconsulta@gmail.com