"El sexo es gozo vital y llave de información, conocimiento y sabiduría." | Pixabay

El sexo es gozo vital y llave de información, conocimiento y sabiduría. Espías, esnobs y gurús también lo emplean como medio de extorsión, acceder a información secreta tras un orgasmo que baja cualquier defensa –el buen sexo hace cantar de lo lindo–, o trepar por el banano untuoso de la escala social. En el caso de los mundanos bon vivants es un maravilloso placer que alegra mucho la vida, un mundo hedonista donde las relaciones sexuales no conllevan necesariamente una introducción social o un compromiso indecente, que es lo que siempre pretenden los trepas del catre.

En el caso del policía infiltrado en una comuna indepe, los orgasmos y confesiones debían ser exclusivamente en la lengua de esa paja mental que son los països de Pujol, cuyo acento nacionalista nada tiene que ver con la poesía trovadora. Ocho radicales follaron con el infiltrado y ahora pretenden acusarlo de violación. Me recuerdan a los desagradecidos galos que se acostaron con la espléndida Mata Hari, y que luego, al saber que era espía, la fusilaron.

¡No se puede ser tan cruel e hipócrita! Los secretos revelados en campo de pluma no deberían ser castigados como si hubieran sido obtenidos por tortura. Todos los servicios secretos emplean la destreza sexual para sonsacar información a mucho reprimido. Los esfuerzos amatorios de tales espías son frecuentemente con criaturas horrorosas de sexo hambriento, pero todo sea por la patria.

Este caso me recuerda a la reacción de Felipe de Edimburgo cuando le comunicaron la expulsión de un mayordomo por encamarse con una camarera poco agraciada en un gélido pasillo de Windsor. «¿Lo despiden? ¡Pero si debieran condecorarle!».

¿Solo para tus ojos? Solo para tu sexo.