Una protesta en Can Misses. | Daniel Espinosa

Los ibicencos se han hartado de ser ciudadanos de segunda. Más de 400 personas se manifestaron el pasado viernes en la entrada del hospital Can Misses para reclamar la llegada de más profesionales sanitarios y una sanidad digna.

La mecha del problema la encendieron los usuarios de la Unidad de Oncología, especialidad que cuenta con un solo médico de los cinco previstos en plantilla. Se trata de una situación que la Conselleria de Salut ha intentado solucionar enviando oncólogos del hospital de Son Espases a pasar consulta a Eivissa.

Pero, de hecho, es un parche caro y que no satisface ni a las asociaciones contra el cáncer ni a los pacientes, cansados de escuchar a la consellera de Salut, Patricia Gómez, decir que los ibicencos son atendidos igual que si fueran a Son Espases o que Eivissa es un destino atractivo para el colectivo de médicos y enfermeras.

Mientras, la sangría de profesionales no cesa y cada vez más son los galenos que hacen las maletas para buscarse la vida en otro hospital lejos de las Pitiusas, donde las dificultades para encontrar una vivienda a un precio asequible son mayúsculas.