La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. | MARCO TORRES

Todo indica que los restos humanos encontrados anteayer por la tarde en la parte trasera de una antigua casa de peón caminero ya abandonada, Sa Casilla, en la carretera de Sant Josep, son la prueba de un crimen. Ayer por la mañana el equipo judicial que el miércoles por la tarde se desplazó hasta el lugar para ordenar el levantamiento del cadáver regresó de nuevo a la casa para recopilar la mayor parte de información posible.
La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, ha puesto todos los medios posibles para llegar hasta el fondo y averiguar de quién se trata. Por el momento se sabe que el cuerpo corresponde a un varón de unos 55 años de edad y que, por el estado en el que se encuentra el cuerpo, murió hace unos dos años.
Fuentes conocedoras del caso señalaron que hay muchos indicios que apuntan a que puede tratarse de un hombre de nacionalidad española cuya desaparición fue denunciada hace dos años, un caso que ya fue investigado y que recayó en el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa.
Otra opción
Hace dos años, el coche de este hombre, cuya edad y fecha de desaparición coinciden con las características del cadáver, apareció, con la puerta del conductor abierta, frente a la puerta de la casa de Sant Josep en la que, al parecer, residía. Nada definitivo pudo averiguarse al respecto y, desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de él. No obstante también se baraja que el cuerpo podría pertenecer a otra persona, un varón de nacionalidad checa, cuyo desaparición también fue denunciada en 2008.
La juez de guardia, Margarita Robayna, ha decretado el secreto del sumario, por lo que ha trascendido muy poca información.
Hoy se continuará con los análisis forenses, que al parecer seguirán en Barcelona, y es muy posible que en poco tiempo se pueda confirmar la identidad del fallecido gracias a una peculiaridad fisiológica característica. El cuerpo estaba volteado hacia el lado izquierdo. No quedaban más que huesos, cabello y algo de ropa. Al parecer hay signos de violencia en el cuerpo, pero éstos no se han hechos públicos. También se informó de que se encontró cerca del cuerpo un puñal, pero no se ha podido confirmar de forma oficial.

Una casa de 'okupas' hasta 2008

Sa Casilla es una casa de peón caminero ubicada en el kilómetro cinco de la carretera de Sant Josep en la que hasta finales de 2008 o principios de 2009 habitaba un grupo de okupas, informaron diversas fuentes. El Consell d'Eivissa ordenó el desalojo y cedió Sa Casilla al Ayuntamiento de Sant Josep. Desde entonces la casa tiene tapiados todos sus vanos. El municipio presentó hace unas semanas el proyecto para convertir el edificio en una casa de colonias, por lo que en fechas recientes se realizaron mediciones en la zona.