Estos talleres ya se han celebrado en otras ediciones y siempre han sido un éxito de participación llegándose, como en el caso del de la mañana en el Espai Jove de Sant Antoni, a tenerse que ampliar hasta 25 las plazas ofertadas previamente.
En esta ocasión las familias llevaron su propio material, cartulinas, papeles, pegamento, rotuladores o tijeras, y rápidamente se dejaron llevar por el maravilloso mundo de la magia de cerca a través de una serie de materiales mágicos que les permitirá posteriormente poderlos llevar a cabo en sus propias casas.
En este edición tanto niños como adultos aprendieron cuatro números especiales que, según ha explicado el mago a Periódico de Ibiza y Formentera, también les ayudan a estimular otra serie de capacidades o habilidades como en el caso de matemagia «donde se desarrolla el cálculo mental y el funcionamiento de su cerebro llegando incluso a hacerlo funcionar más rápido que una calculadora».
Otros juegos ensañan a manejar las cartas o a interactuar con papeles recortados y pegados de distintas formas pero con la particularidad de ser ellos mismos quienes los construyen, lo que según el mago tiene grandes beneficios. «Por la experiencia que ya tengo de estos años he descubierto que si tú le regalas a un niño un juego de magia con 100 instrucciones lo mirará un rato pero rápidamente se aburrirá pero si son ellos los que lo construyen, lo tocan o lo sienten, será algo que posiblemente nunca se les olvidará».
Muchas familias repiten
En este sentido, según el Mago Albert, son muchos las familias que ya han repetido durante estos años aprovechando que nunca se repite el mismo truco. «Una de las cosas más bonitas de este trabajo es descubrir que muchos niños van haciendo su propia maleta de trucos con lo que han ido aprendiendo en cada edición o que muchos padres me mandan vídeos con sus hijos haciendo los trucos que aquí le enseñamos en celebraciones».
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