Elisabeth Clapés este jueves durante la presentación de su segundo libro en Ibiza. | Daniel Espinosa

La psicóloga y sexóloga Elizabeth Clapés (Ibiza, 1997) presenta estos días su segundo libro Hasta que te caigas bien. Con su primera obra, Querida yo: tenemos que hablar ha logrado vender 25.000 ejemplares y confía en repetir ahora esta buena acogida.

—Ha presentado su segundo libro titulado ‘Hasta que te caigas bien’.

—Es un trabajo sobre el autoconocimiento y creo que la finalidad es trabajar en la autoestima de cada uno.

—¿Se puede hablar de él como un libro de autoayuda?

—Se puede hablar como un trabajo de autoayuda o de Psicología. Al final, que cada uno le ponga la etiqueta que quiera.

—Ese título lleva a pensar que algunos se rechazan a sí mismos.

—Iría por esta línea y también en actuar de una manera consciente al respecto; coger las riendas de nuestros actos porque se nos va mucho de las manos cómo tratamos y respondemos a los demás. A veces no lo pensamos y nos movemos por impulsos. Iría también encaminado a actuar con conciencia. Hay una frase del libro que me gusta mucho: «Si comprendiéramos a tiempo lo importante que es la infancia para la salud mental de un adulto, protegeríamos más a los niños».

—También en 2022 publicó ‘Querida yo: tenemos que hablar’. ¿Qué comparación podemos establecer entre un libro y otro?

—Mi primer libro es más corto, más light, y para personas a quienes les cuesta engancharse a una lectura es una buena opción y además a la gente le ha gustado mucho. Para quienes hayan leído bastante sobre autoayuda o Psicología, este segundo trabajo es más profundo y denso, aunque la temática es más o menos la misma. La finalidad es ayudarse a uno mismo.

—Usted es psicóloga y sexóloga. ¿Qué le animó a adentrarse en el mundo literario?

—Realmente desde pequeña quería ser escritora, pero mi madre me aconsejó que estudiara primero y que ya después escribiera. A día de hoy, soy psicóloga, pero también docente puesto que dirijo un máster y escribo libros, así que, en cierta manera, me centro en la Psicología. Tanto mis libros como mi trabajo se centran en la salud mental, así que todo está dentro del mismo ámbito.

—¿Qué consejo se puede extraer de ‘Hasta que te caigas bien’?

—Está muy centrado en cómo estar orgulloso de uno mismo, muy enfocado en la autoestima. La frase que más ha gustado es que «la disciplina es la forma más pura de amor propio» y en todos los sentidos. Por ejemplo, una mujer me comentó que es muy disciplinada, pero con muchos problemas para relajarse y no trabajar. La disciplina no siempre es trabajar y muchas veces es hacer aquello que nos cuesta más, pero que es beneficioso para nosotros.

—Habla de la salud mental. ¿Existen ahora más problemas de tipo psicológico o es que se visibilizan más?

—Creo que son más visibles, aunque es cierto que en 2022, en el último recuento que tenemos sobre suicidios, la cifra supera los 4.000. Es un dato que casi triplica a las muertes causadas por accidentes de tráfico. No creo que haya más problemas en relación a la salud mental, sino que se visibilizan más, pero es verdad que durante la pandemia pudieron aflorar muchos y potenciarse los que había ya de base.

—Habla de la falta de autoestima. ¿Las redes sociales contribuyen a ello?

—Depende de cómo se utilicen. Creo que sería hipócrita decir esto porque me dedico a ellas. Además, hay que tener en cuenta que la mayor campaña de prevención del suicidio se ha hecho a través de redes sociales y gracias a ellas. La primera manifestación que se hizo a favor de un plan estatal de prevención del suicidio, en 2021, se movió en redes. Así, ayudan a normalizar muchos temas y permiten llegar a personas con las que, en el día a día, no podríamos contactar. Es depende del uso que se les dé.

—Usted es sexóloga y trabaja en terapias de pareja. ¿Todavía la gente es reacia a pedir ayuda para solventar determinados problemas?

—Sí, muchísimo. Somos 14 psicólogas y una psiquiatra y de todas las especialidades que abordamos en mi trabajo, debo decir que es a la que menos vienen. En ocasiones acuden por separado, normalmente la mujer, porque ellos se niegan a venir. Está poco solicitado en relación a otras problemáticas.

—Es llamativo cuando ahora más separaciones y divorcios se están produciendo. ¿Les llama la atención desde el punto de vista psicológico?

—El hecho de que haya más rupturas y separaciones me alegra, porque veo que somos capaces de desvincularnos de alguien cuando antiguamente era algo impensable. Creo que hay que fomentar muchísimo trabajar las relaciones para que duren, se cuiden, y no se rompan por falta de herramientas, pero que haya rupturas es algo normal y las va a seguir habiendo. Lo que me preocuparía es que no hubiera ninguna, sabiendo que también son necesarias. Cuando vienen, uno de los temas más habituales es que han llegado a un punto de la relación en el que ya no tienen deseo sexual y quieren revivir la relación. También, a causa de abusos sexuales, encontramos mucha problemática. Esto lo abordamos desde el trauma y después ya entramos en el tema de la sexología.