Los alumnos de Infantil de Blanca Dona junto a Antònia Maria Cirer este miércoles. | Arguiñe Escandón

Nunca antes de este miércoles Antònia Maria Cirer se había encontrado ante un público tan entregado y, sobre todo, tan efusivo como el que la ha recibido en una de las aulas del colegio público Blanca Dona, en Ibiza. La experta en sargantanas y promotora de la entidad SOS Salvem sa Sargantana Pitiusa reconocía estar «muy emocionada» tras ver cómo un montón de pequeños de 4 y 5 años corría hacia ella al grito de «¡Antònia Cirer, es Antònia Cirer!». Y es que llevan semanas trabajando en un proyecto que tiene a este emblemático animal como protagonista de la mano de profesoras como Coraima Martínez.

Martínez ha explicado que con este proyecto son los niños «los protagonistas del aprendizaje». A raíz de varias noticias sobre la situación de las sargantanas en Ibiza y las medidas que se estaban tomando para su protección, esta profesora, junto a otras de Educación Infantil de Blanca Dona, se puso en marcha para implicar a los alumnos en una situación real y a través de diversas experiencias. Por ejemplo, comprobaron que en el huerto del colegio, sorprendentemente, no había sargantanas. Y, días después, por casualidad, descubrieron a una serpiente en el patio. «Primero vieron que no había sargantanas y eso les permitió entender que están en peligro», explica Coraima Martínez, «ahora tienen claro que, si no hay serpientes, se acaba con el problema. Ellos proponen sus propias ideas para luchar contra las serpientes y también para ver cómo pueden ayudar a que las sargantanas sigan en la isla».

A través de este proyecto, además de tomar conciencia sobre lo que significan las sargantanas para Ibiza, los pequeños pueden aprender conceptos como lo que es «un espacio de protección, que construyen ellos mismos con su lógica», añade la profesora. «Para ellos, ese entorno seguro se consigue con cosas como cerrar la puerta con llave para que no entren las serpientes o poner una campanilla en la entrada que avise de que han llegado», prosigue Coraima Martínez, «es un trabajo de pensamiento crítico, creativo y cuidadoso. En este proyecto, lo que hacemos con los niños es indagar, enseñarles a observar, analizar e imaginar. Es muy potente». Y es que a través de las sargantanas, estos alumnos están aprendiendo, por ejemplo, geometría, matemáticas, cartas de colores… Pero también cómo dirigirse a una experta como Antònia Maria Cirer a través de un mail o qué papel juegan los medios de comunicación en la sociedad que les rodea. Y, sobre todo, que su implicación en causas como la defensa de algo tan ibicenco como son las sargantanas es importante y tiene resultados.

La participación de Antònia Maria Cirer en el proyecto ha consistido en una charla en la que les ha explicado qué son las sargantanas, cómo viven, qué comen y qué peligros corren. Y lo ha hecho ante un grupo de niños que, además de estar muy informados, quieren seguir aprendiendo. Tras la charla, los pequeños han vuelto a las aulas para dibujar nuevas sargantanas, crear sus propias ciudades protegidas para este animal y seguir pensando en cómo aportar sus propias ideas a la sociedad.