Un itinerario guiado por el casco antiguo de Eivissa para celebrar el 25 aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. | Toni Planells

Hasta 17 participantes se unieron a la iniciativa de la Concejalía de Mayores del Ajuntament d’Eivissa, «Excursions per a gent gran», donde los mayores de la ciudad disfrutaron de un recorrido guiado por las históricas calles de Dalt Vila, en el marco del 25 aniversario de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad.

La cita fue a las 10:30 de la mañana en la Plaza de la Catedral. Allí, Paquita, la encargada de guiar la excursión, dio comienzo a sus explicaciones sobre los edificios que rodean la plaza, ubicada en lo más alto de Dalt Vila. A su alrededor se alzan Es Castell, la Catedral, la Universidad, la Curia y el Palacio Episcopal, testigos mudos de la historia de la ciudad. Paquita llevó a los participantes por un recorrido que abarcaba desde la Edad Media, pasando por la dominación árabe, hasta la conquista cristiana.

El grupo continuó la visita por el Carrer Major, donde la guía hizo paradas en las señoriales casas del siglo XV al XVIII, como la Casa Gotarredona, Can Picarol, Can Balanzat y la Torre del Canónigo. Especial atención mereció Can Cumessema, donde actualmente se encuentra el Museo Puget. Paquita explicó que esta casa fue construida por la familia Francolí tras su llegada desde Gerona. Aquí, los mayores hicieron una pausa para admirar tanto la arquitectura interior como los escudos familiares y las pinturas que decoran el museo.

Siguiendo calle abajo, el grupo pasó por la Casa de los Arabí y llegó hasta la capilla de Sant Ciriaco. En este punto, Paquita les mostró la famosa boca del túnel por el que, según la tradición, los cristianos iniciaron la conquista de la ciudad bajo el Reino de Aragón.

El Convent

El recorrido siguió por la calle San Roman, con una breve parada en el Convent de Sant Cristòfol, y prosiguió entre explicaciones sobre la capilla de l’Hospitalet y el edificio del Seminario. En Can Llaneres, sede del Colegio de Arquitectos, los asistentes hicieron una última parada antes de pasar por Can Botino y el antiguo Ayuntamiento.

La meta de la excursión fue el Museo de Arte Contemporáneo, pero antes de llegar, los mayores también recorrieron Es Convent y Es Polvorí. El interés de los participantes fue tal que la caminata se prolongó hasta los últimos rincones de Dalt Vila, pasando por Sa Carrossa, la Plaça de Vila, el patio de armas y Es Rastrillo.

El entusiasmo era palpable. Mari Carmen, una de las asistentes, comentó: «Llevo 60 años en Ibiza y nunca había aprendido tanto sobre la ciudad antigua. ¡Es impresionante!». Por su parte, Carmen recordó momentos de su infancia: «Yo venía a dar clases aquí cuando era pequeña», dijo frente al Museo Puget.

La concejala de Mayores, Sara Barbado, también quiso acompañar parte del recorrido y explicó: «Hemos diseñado una ruta específica para que las personas mayores puedan disfrutar de las visitas guiadas por Dalt Vila, haciendo el trayecto más accesible y cómodo dentro de lo posible en una ciudad tan antigua».