Santa Eulària vive su Domingo de Ramos con la especial procesión de la Borriquita

Esta celebración, iniciada en la capilla de Lourdes, marca el comienzo de la Semana Santa

Santa Eulària vive su Domingo de Ramos con la especial procesión de la Borriquita. | Toni P.

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La Borriquita ha sido la encargada de abrir este domingo la Semana Santa de Santa Eulària, en un Domingo de Ramos de fe y emoción. Un día muy especial en el que se conmemoró la entrada triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén con la procesión de las palmas del Domingo de Ramos. En total, cientos de personas se congregaron en esta localidad – fieles a la tradición – frente a la capilla de Lourdes.
Antes de partir desde la calle Sant Jaume hasta el Puig de Missa, en lo alto de la colina, el párroco de Santa Eulària, Josep Lluis Mollá, bendijo las palmas de los participantes en la procesión: desde los cofrades y los obreros de la parroquia hasta los numerosos vecinos que participaron en la celebración. Entre ellos, un centenar de niños emocionados e ilusionados que portaban palmas en las manos.

Cortejo

Tras la bendición, comenzó la procesión para conmemorar el inicio de la Semana Santa, que tuvo como gran protagonista a la Borriquita y su cortejo, formado por Jesucristo, su acompañante y un burro que participó en este acto de la Semana Santa.
«Nos encanta vivirla con el fervor y la devoción que la caracterizan», destacó la vecina Marga, refiriéndose a la celebración del Domingo de Ramos. En este sentido, recordó cómo este viacrucis es una de las tradiciones más arraigadas en la Semana Santa. «Es una oportunidad para recordar la importancia del sacrificio de Jesús en la cruz», apuntó.
Durante la procesión hasta el Puig de Missa, el burro emitió algunos rebuznos, especialmente al subir la última cuesta que condujo a la colina. Tras la Borriquita, acompañaron a Jesucristo un grupo de mujeres que representaban el cortejo que le acompañó en su triunfal entrada en Jerusalén. Muy cerca de ellas, junto al párroco de Santa Eulària, estaba Dmytro Kyiashko, el cura de la Iglesia ucraniana grecocatólica de Ibiza.

Después de estas mujeres, que iban con sus ramas de olivo, formaron la procesión los niños de catequesis que portaban sus correspondientes palmas. «La participación en esta procesión del Domingo de Ramos es parte de una vivencia para sentir la fe», precisó la madre de uno de estos jóvenes, mientras la Banda de Música Esencia amenizaba el recorrido de la procesión del Domingo de Ramos.