«Queremos que lo que le quede de vida a Thor no esté encerrado y que tenga una familia»

Tras diez años en la perrera, Thor vive ahora con una familia y tres perros más en una finca

Thor en su nuevo hogar | Foto: César Martín

TW
4

Hace poco más de un mes, Thor, el perro más antiguo de la protectora local, encontró un hogar definitivo. Su nueva familia decidió adoptarlo tras conocer su historia a través de una campaña en redes sociales que promovía la adopción de perros mayores. «Lo vimos en los medios y enseguida me llamó la atención» explica el adoptante de Thor. «Tengo tres perros y siempre habíamos querido darle una oportunidad a un abuelito».

«Cuando lo vimos, le dije a mi mujer: ‘Cariño, vamos a por él. No te preocupes, yo me encargo de todo’», recuerda. Para esta familia, no era solo una cuestión de cariño, sino de justicia para un perro que llevaba diez años encerrado. «No podía ser que estuviese tanto tiempo allí, tenía que salir y disfrutar».

El primer encuentro con Thor fue cercano y fácil. «Fui con un amigo y estuvimos con él unos 40 minutos. Al principio estaba tranquilo, un poco desconfiado, pero luego se soltó, empezó a jugar, a dar besos, fue súper cariñoso», cuenta. A pesar de los prejuicios que rodean a algunos perros por su raza o tamaño como Thor, que es considerado PPP (Perro Potencialmente Peligroso) se mostró dulce y afable desde el primer momento.

Thor pasó su primera noche en su nuevo hogar hace apenas dos días. «Ha decidido dormir fuera, en la terraza. Supongo que estaría más fresquito. Las primeras horas sí que fueron complicadas, no terminaba de saber dónde ponerse, iba de un sitio a otro hasta que encontró su lugar. Esta mañana me he despertado y estaba ahí, en la terraza, tranquilo».

Noticias relacionadas

Ahora convivirá con sus tres nuevos compañeros, todos perros adultos, en una finca donde podrá moverse con libertad. «Son senior, la más joven tiene siete años. Se toleran bien, no son mejores amigos todavía, como es normal, pero no tienen esa energía de estar ladrando o marcando».

Sobre cómo cree que será su vida a partir de ahora, el adoptante explica que «no queríamos adoptarlo para que nos dé cariño o cuide la casa. Queríamos sacarlo de ahí y que estuviese de la mejor manera posible. Al principio le costará relajarse después de tanto tiempo en la protectora, pero ya después del primer día le veo mejor. Queremos que lo que le quede de vida no esté encerrado, que pueda hacer lo que le dé la gana».

Y para las personas que dudan en adoptar un perro mayor, lanza un mensaje: «Si tienen la oportunidad, que no se lo piensen. Merece la pena. Verle aquí tranquilo, disfrutando… eso no se puede comprar. Te cambia la vida a ti y a él».

Reconoce que al principio será un proceso de adaptación, pero esta familia está convencida de que Thor se sentirá cada día más cómodo y querido. «Verlo tranquilo y feliz ya es una recompensa enorme».