«Ibiza en octubre»: Marta Torres pinta la esperas

La artista ibicenca presenta su tercer mural para espacios médicos

La artista, frente a su obra | Foto: Toni P.

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La artista ibicenca Marta Torres ha finalizado el tercer mural de su serie de obras para espacios médicos, una propuesta artística que busca cambiar la experiencia emocional de quienes acuden a consultas o tratamientos. El nuevo mural, titulado «Ibiza en Octubre (Amanecer de Oro en Dalt Vila)», está pensado para una de las salas de espera de la nueva clínica de Sa Colomina y forma parte de un ambicioso proyecto iniciado en 2017, comisariado por el doctor Vilás.

La obra, como es habitual en el trabajo de Torres, se caracteriza por un intenso lenguaje matérico. En esta ocasión, incorpora pan de oro en las grandes cúpulas de la iglesia de Santo Domingo, representadas bajo la luz tenue del amanecer. La artista explica que su intención es «envolver, no distraer; ofrecer una pausa cálida, luminosa, contemplativa». Lejos de limitarse a decorar, estos murales están concebidos como paisajes para la introspección, donde la mirada encuentra un lugar donde reposar mientras se aguarda una cita médica.

La serie arrancó con «Ibiza en Febrero», instalada en el hall del centro Vilaparc Can Misses. Aquella primera obra, un campo de almendros en flor que desemboca en el mar, fue creada con un propósito vitalista. «El Dr. Vilás me encargó aquel mural con una idea muy clara: quería una imagen que ayudara a mitigar las preocupaciones al entrar», recuerda la artista.

El segundo mural, «Ibiza en Junio», fue creado en 2023 para el centro Eivisalud, especializado en salud mental. En este caso, Torres optó por una gran marina en azules suaves, con dunas realizadas con arena y conchas reales. «Una obra serena, donde la mirada puede reposar», explica. Cada uno de estos trabajos, aunque visualmente distintos, comparte una misma intención: transformar los espacios de espera en lugares de recogimiento, calma y belleza.

Con «Ibiza en Octubre» y el cuarto mural en proceso, titulado «Ibiza en Agosto», la serie toma un cariz más introspectivo. Las obras, que recorren las estaciones del año, también sugieren una metáfora del ciclo vital. «Nos hablan del paso del tiempo, de los cambios sutiles en nuestra salud. Como las estaciones, atravesamos momentos de floración, de calma, de plenitud o de sombra. Y el arte puede estar ahí, acompañando cada uno, sin decir palabra», reflexiona la artista.

Con el uso de materiales que aportan textura, profundidad y presencia —color, peso, relieve—, Marta Torres logra que el arte dialogue con el cuerpo y el ánimo de quienes lo contemplan. Su trabajo en clínicas y centros de salud no solo embellece los espacios, sino que propone una manera distinta de estar en ellos: menos mecánica, más humana.