Empleado de banca, y directivo, y animal político, según le define alguno de sus correligionarios, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’ ha sido investido alcalde de Sant Josep en dos ocasiones, aunque la segunda duró lo que tardaron PP y Nova Alternativa en ponerse de acuerdo para someterle a una moción de censura. El conocimiento que tiene de los problemas de su municipio pone en dificultades a este entrevistador a la hora de sintetizar la entrevista.
—¿Cuál es la acción más urgente que necesita Sant Josep? Aquello que usted haría en primer lugar en caso de acceder a la alcaldía...
—Lo primero que haría es volar hacia Madrid, pasando por Mallorca, para desbloquear los proyectos de interconexión de desaladoras. Además, puedo empezar a gobernar desde el minuto cero, no necesito los 100 días de gracia porque tengo el municipio en la cabeza.
—¿Pero hay inversiones que parece que se han desbloqueadas, como la reforma de la depuradora de cala Tarida...
—De lo que no me fío es de la capacidad de gestión del aparato administrativo muy complejo donde interviene Madrid, Mallorca... Y no me fío porque los que tienen que tramitar todo eso no tienen ningún problema con el agua.
—En 2011, hablaba del problema con el agua y otro, histórico, que es el de la difícil convivencia entre el turismo de ocio y los residentes. ¿En estos años se ha avanzado, se ha retrocedido o seguimos igual?
—Tenemos un municipio privilegiado porque nos visita mucha gente. Nuestros negocios tiran hacia delante y tenemos que conseguir que eso dure. Lo que temo es que esa convivencia no sea posible, que nos pasemos de frenada, que no controlemos los excesos, que los ciudadanos odien ese producto turístico... Y yo creo que se han relajado mucho los controles y se ha sido muy laxo en el cumplimiento de la normativa. La solución pasa por hacer cumplir la normativa. En ese sentido, la actual ordenanza del ruido, según los propios empresarios, es tan limitadora, que en Platja d’en Bossa, por ejemplo, es de imposible cumplimento. Debemos buscar un punto de equilibrio.
—¿En su opinión a que responde el cambio de ubicación de las mesas electorales de cala de Bou?
—Se ha intentado condicionar a unos votantes que históricamente son progresistas. En esta cuestión el PP ha engañado a la Junta electoral. Las explicaciones que dio el Ayuntamiento a esta Junta para justificar el cambio de ubicación son mentira. Dijeron que no había espacio y sí lo hay.
—¿Con quién pactaría tras 24M para ser alcalde?
—Aspiro a tener votos suficientes para gobernar y he demostrado capacidad para entenderme con otros partidos.
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Desconfiemos de los salva-patrias y de los cerebros grises por dentro y opacos por fuera. L'Etat ce moi, pontificó el monarca francés que dio forma a la monarquia absoluta