Las negociaciones entre el PSOE y Podemos para pactar la gobernabilidad del Consell d’Eivissa están estancadas desde que el pasado viernes los socialistas se levantaran de la mesa y las dieran por suspendidas. Aunque las dos formaciones han mostrado su voluntad de retomar las conversaciones, de momento no se han puesto en contacto y ambas esperan a que el otro dé el primer paso. «La pelota está en su tejado», dice el portavoz de Podemos, Toni Sánchez, que recuerda que ellos siguen «sentados en la mesa» y «abiertos a la negociación».

En la última reunión, la formación liderada por Viviana de Sans puso sobre la mesa la reducción de sueldos porque querían dejar claras sus líneas verdes antes de continuar dialogando. No obstante, desde el PSOE defienden que la discusión surgió porque Podemos «incumplió» el marco de negociación, en el que habían acordado debatir primero el programa. «Nos habíamos preparado para hablar de políticas de bienestar, sanidad, educación y cultura y cuando nos sentamos nos dicen que lo primero son los salarios», explicó ayer la portavoz del PSOE, Patricia Abascal, que destacó que era un tema que todavía no tenían «preparado» porque aún no lo habían hablado dentro del partido.

La socialista dejó claro que «no decimos ‘no’ a la reducción de los salarios», pero que era un tema que estaba previsto tratar más adelante y envió un mensaje a los miembros de Podemos: «Que no utilicen el juego de los sueldos, porque en la oposición se gana menos dinero». Además, les pidió que «se ajusten a lo acordado». En este sentido, Abascal dijo que se sorprendieron «por el cambio de actitud» de Podemos y recordó que el PP, como fuerza más votada, aún puede gobernar en minoría si las dos fuerzas progresistas no consiguen alcanzar un acuerdo estable.

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Por su parte, Toni Sánchez reconoció que no han mantenido «ningún contacto» desde el viernes y aclaró que la reducción propuesta del 25% de los salarios —que rebajaría la remuneración del futuro presidente del Consell de los actuales 61.261 euros brutos al año a 45.946— era solo un «punto de partida», pero que aún se podía debatir. No obstante, dejó claro que es una «condición previa a la negociación» y un paso necesario para «quitarse de en medio este inconveniente».

Los socialistas se reunirán hoy para decidir que postura tomarán ante esta nueva situación y, aunque el entendimiento parece complicado, todo indica que ambos cederán para evitar un gobierno del Partido Popular.

Cabe recordar que la fecha acordada por los tres partidos para la investidura es el próximo 3 de julio, aunque el plazo se podría alargar hasta el día 8.