Además de ayudar en el fondeo, se reparten folletos que explican los peligros de echar el ancla sobre la posidonia. | (c) Sergio G. Canizares

La empresa con sede en Formentera, Pitiusa Ecología, cuenta con dos embarcaciones de vigilancia y control y 5 efectivos que se dedican cada día y desde el 1 de junio y hasta final de temporada, a informar y vigilar que los patrones de las embarcaciones de recreo que fondean en aguas de la menor de las Pitiusas, cumplan con la normativa vigente y no suelten sus anclas sobre las praderas de posidonia oceánica.

Según la bióloga marina y coordinadora de este servicio, Daisy Aguilera, «durante el mes de junio hemos asesorado a 600 barcos, 200 más que el año pasado, pero también nos hemos encontrado con que la mayoría de sus patrones son veteranos de estas aguas, son conscientes de la normativa y la cumplen».

La empresa cuenta con el apoyo de la Guardia Civil del mar, GEAS, Vigilancia Aduanera y el área de vigilancia abarca desde es Racò des Oli, pasando por Cavall d’en Borràs, Illetes, pas des Trucadors y es Palmador.

En materia de incidencias, Aguilera afirmó que «por ahora, son mínimas». «Sólo hemos detectado 3 embarcaciones que no cumplían con lo que establecen las normativas», explicó.