El director de la excavación Ricardo González Villaescusa. g Foto: M.Vázquez

El arqueólogo e historiador Ricardo González Villaescusa ofreció ayer la cuarta conferencia sobre los descubrimientos hallados en el ‘castellum’ romano de Can Blai en Formentera.

González Villaescusa es miembro del claustro docente de la Universitè Sophia Antiópolis de Nice, Francia, y dirige desde el pasado año 2013 a un grupo de jóvenes arqueólogos que están en el último curso de carrera y a otros que realizan su doctorado.

Durante este mes de julio se van a ir desarrollando los trabajos de campo y tanto los participantes de las excavaciones como el público en general pueden acercarse a contemplar esta labor de recuperación histórico patrimonial. Son 14 las conferencias programadas en las que los expertos van comunicando los resultados de su trabajo. En la ponencia que tuvo lugar ayer pudimos conocer los resultados de los trabajos llevados a cabo en este enclave situado a pocos metros de la entrada al núcleo urbano de es Caló de Sant Agustí.

Según comentó a este periódico el arqueólogo, «en 2013 pudimos reconocer todo el trabajo que se había realizado por otro grupos de expertos entre 1979 y 1980. Lo más importante fue que pudimos identificar los materiales utilizados y afinar la cronología de los restos, lo que nos llevó a determinar que este recinto es una construcción de finales del Siglo III d.c.».

Asimismo, las labores llevadas a cabo en el yacimiento durante el año pasado permitieron no solo encontrar los materiales que pertenecieron al S.II, sino además otros nuevos en una denominada capa de recuperación que puede datar de la época islámica comprendida entre los siglos XII y XIII y que los habitantes de este período en la isla utilizaban para construir sus casas. «Hemos encontrado bloques de marès, por que un yacimiento es una cantera estupenda», apuntó González Villaescusa.

«Esto es normal - afirma el arqueólogo - cuando hay una ruina, la civilización posterior utiliza los elementos dejados por las anteriores sin complicarse demasiado la vida y pongo como ejemplo que muchos palacios romanos de los siglos XV o XVI están hechos con los bloques extraídos del Coliseo».

Descubrimientos

Entre lo más interesante de los resultados de las excavaciones de 2013, el director del proyecto señala «el poder identificar una cabeza de clavo en los diez metros del muro sureste que falta. En su día, al no hallar nada relacionado con este muro, se interpretó como que esta fortificación no se había acabado de construir».

Esto significa que el ‘castellum’ contaba con una puerta en cuya búsqueda se encuentran inmersos el equipo actual que participa en esta segunda excavación.

Con respecto a quienes pudieron habitar el recinto durante la época del bajo Imperio Romano, el catedrático estima que «serían unos 70 u 80 legionarios romanos que podrían vivir en tiendas de campaña o en construcciones similares por eso buscamos divisiones que nos permitan verlo o agujeros de postes».

González Villaescusa va más allá y comenta que para imaginar el recinto original de forma cuadrangular, «habría que pensar en un fuerte como el de los vaqueros del oeste norteamericano, con cuatro torres en sus vértices y una quinta en este caso, además de una elevación de unos seis metros que permitía la visibilidad de ambas costas de la isla».

La excavación de Can Blai continuará hasta finales de mes y los interesados en acercarse a ver los restos romanos cuentan con visitas guiadas a las cuales pueden apuntarse en las Oficinas de Turismo de la isla. Este evento es una buena excusa para conocer el legado patrimonial e histórico que encierra la isla de Formentera.