Un pequeño grupo de personas se acercó ayer a la planta de Transferencia de Residuos de Formentera para conocer, de la mano del arquitecto impulsor del proyecto y miembro del Institut Balear de la Vivienda, (IBAVI), Carlos Oliver, el proceso de secado de 25.000 kilos de restos de posidonia oceánica que se utilizarán como aislante de la cubierta de los 14 apartamentos de VPO que se construirán en Sant Ferran cuando acabe la temporada turística.

Tras su tratamiento, la posidonia seca se almacena en bolsas de plástico estancas para conservar la humedad constante (de alrededor de un 70 %), hasta que sea utilizada.

Según explicó a los medios de comunicación Carlos Oliver, «este tipo de aislamiento se ha utilizado en la arquitectura tradicional durante siglos con excelentes resultados y con un coste cero».

El uso de este aislante natural viene respaldado por tres estudios realizados por la Universitat de les Illes Balears (UIB) de los que se desprende que la reducción de temperatura ambiente de la posidonia es un 35% superior a la del polietileno.