El president del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, junto a los consellers de Medi Rural y Medi Ambient, Bartomeu Escandell y Daisee Aguilera, recibieron ayer al conseller de Medi Ambient, Agricultura i Pesca del Govern Balear, Vicenç Vidal, en su primera visita oficial a la isla.

Diversos fueron los temas a tratar en dicho encuentro entre los que cabe destacar la necesidad planteada por parte del gobierno insular de definir un proyecto que permita una regulación efectiva de los fondeos en todo el litoral de la isla, así como una reordenación del Estany des Peix tanto en su parte marítima como terrestre. Sobre ambos asuntos el conseller Vidal destacó que «uno de los planes prioritarios del área a mi cargo es realizar un plan de gestión de los LICS (Lugares de Interés Comunitario), así como regular una gestión global para la isla con el objetivo de preservar el litoral y conservar las praderas de posidonia».

Asimismo, Consell y Govern acordaron coordinar los trabajos de los vigilantes de la Reserva Marina des Freus, de los inspectores de Pesca de la institución insular, así como de los pertenecientes al Ibanat y a los bomberos de Formentera para mejorar los servicios que se brindan en la isla.

Por otra parte, el conseller Vidal se mostró receptivo además en la propuesta del Consell Insular de recuperar el uso agrícola de la finca pública de Can Marroig, mediante un sistema de cesión de usos a la Cooperativa des Camp de la isla, así como reabrir la sala de conferencias del Centre d’Interpretació ubicado en dicho enclave, con fines educativos y divulgativos.

Infraestructuras

El president del Consell, Jaume Ferrer, expresó en la rueda de prensa posterior al encuentro institucional, la necesidad de encontrar soluciones urgentes para solventar los problemas que durante este verano han presentado diversas infraestructuras como la depuradora de Sant Francesc y el emisario del Racó de s’Oli, que inundó de materias fecales un área del Estany des Peix durante el pasado mes de junio, así como la necesidad de poner en funcionamiento la balsa de regadío, que no funciona desde su construcción hace más de una década y cuyo coste superó los 8 millones de euros.

Sobre estos asuntos, el conseller Vidal se comprometió a revisar dichas infraestructuras y, con respecto a la balsa de regadío apuntó que «antes de fin de año tendremos las conclusiones de un trabajo adjudicado a la empresa Tragsa por un valor de 30.000 euros y destinado a la revisión de las instalaciones y a la determinación de los costes que supondrá su puesta en funcionamiento».