Una veintena de voluntarios participó ayer en la jornada de retirada de estructuras construidas con piedras organizada por el Consell de Formentera en la zona del Pas des Trucadors.

En total, retiraron unas 50 estructuras, un acto "simbólico", según explicó Diego Ojeda, técnico de Medi Ambient del Consell con el objetivo de "desincentivar una práctica que ha aumentado significativamente en los últimos años.

Es Trucadors es una zona muy sensible a la erosión al estar muy expuesta a la fuerza del viento y al mar. Especialmente en verano, es un punto muy transitado de personas que cruzan a la vecina isla de s'Espalmador y que están alterando el ecosistema de este paraje.

El técnico de Medi Ambient argumentó que cuando la gente retira las piedras de su lugar original dejan la tierra que está debajo, especialmente la roca madre, expuesta a los efectos de la erosión. Además, los viandantes pisan las plantas y alteran el hábitat de las lagartijas que, por otra parte, se quedan sin lugares para poder resguardarse y reproducirse.

La consellera de Medi Ambient, Daisee Aguilera, explicó que esta iniciativa "contribuirá al mantenimiento y conservación del ecosistema en una zona tan sensible como el Pas des Trucadors que constituye uno de los principales reclamos turísticos de la isla".

El Consell colocará un panel en la zona para evitar esta práctica y donde informará a los visitantes de los peligros que la retirada de piedras tiene para el medio ambiente.