Un golpe de efecto por parte de Autoritat Portuària de Balears (APB) a instancias del alcalde de Eivissa ha conseguido dar la vuelta, al menos de momento, a la polémica generada entre los ciudadanos de Formentera y la ubicación de la estación marítima en Eivissa en un lugar más alejado del centro de la ciudad que la actual.

La decisión parecía ya tomada hasta que, a última hora del jueves, el Ayuntamiento de Vila convocaba de manera urgente a los medios de comunicación a primera hora del día siguiente para informar sobre «el futuro del puerto» tras una reunión con el presidente de APB.

La sorpresa de los medios de comunicación se produjo por la comparecencia de los presidentes del Consell d’Eivissa y de Formentera que acompañaron al alcalde de Vila y al presidente de la institución portuaria para escenificar un acuerdo a cuatro por el cual APB permitía una «segunda opción», que no se pondrá en marcha antes de 2018 y que consistirá en permitir que las barcas que vayan de Formentera a Eivissa (y no en el sentido contrario) puedan efectuar dos paradas: una primera en el muelle viejo de la zona de es Martell donde únicamente podrán bajar pasajeros y una segunda en el muelle norte para vehículos y personas donde se ubicará la futura estación marítima y que contará con servicio de autobuses y taxis.

Para hacer realidad esta posibilidad, APB instalará un pantalán en es Martell aunque no se habilitará ningún espacio para la compra de billetes. «El concepto es como una parada de autobús», matizó Rafa Ruiz, alcalde de Vila, pensado para los residentes de Formentera que «vienen a Eivissa no por gusto sino por obligación para hacer diferentes gestiones».

Joan Gual, presidente de APB, recalcó que la construcción de la nueva estación marítima en el muelle norte ya fue aprobada por los dos consells insulares en 2013 y justificó el cambio de planteamiento por las críticas que escuchó durante su participación en el Consell d’Entitats celebrado hace unos días en Formentera. La nueva solución pretende, según Gual, «atender las incomodidades de desplazarse para los formenterenses y consumar a la vez la unidad del puerto de Eivissa».

El máximo responsable balear de APB también apeló a la intensidad del tráfico marítimo entre las dos Pitiüses (1.600.000 pasajeros al año, el mayor en España entre dos puertos) como argumento para distanciar la estación del centro de Eivissa y a la seguridad, dado que este volumen de vehículos y pasajeros es «objetivamente inviable encima de la plataforma actual». «Nos estamos jugando que haya una desgracia», dijo Gual y añadió que «si el tráfico a Formentera fuera la mitad de lo que es, posiblemente no hablaríamos de esto».

Más cauto se mostró el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, quien se limitó a decir que la solución planteada «puede ser una buena solución viendo que no hay muchas opciones». Las valoraciones oficiales se harán el próximo lunes tras la reunión por la mañana de la junta de portavoces del Consell insular y por la tarde de la del Consell d’Entitats.

Por su parte, el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, afirmó que la opción elegida «conjuga servicio, operatividad y seguridad». Torres, que destacó que «por primera vez en la historia estamos juntas las cuatro administraciones», señaló que es «un gran paso y una solución justa que satisface una parte importante de las demandas de Formentera».

Asimismo, el alcalde de Vila destacó que colocar un pantalán en es Martell ayudará a la dinamización de los comercios del puerto de Eivissa y de La Marina. Una zona que, como admitió, está «desangelada» y cuya actividad mejorará con el tránsito de pasajeros que llegarán caminando hasta allí.

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Por otra parte, aunque la autorización para realizar una parada en es Martell no supone una obligación para las compañías navieras que realizan este trayecto, el presidente de APB aclaró que las negociaciones con las navieras se realizará a partir de ahora y añadió que la decisión adoptada «tiene más contenido social que económico». «Quien tiene licencia para hacer una travesía regular está sujeto al interés colectivo», aseguró.

Joan Gual acabó su intervención aludiendo a las críticas que recibe la gestión de APB y señaló que, aunque asume las decisiones tomadas por sus predecesores, pretende «reconducir la situación» y que, si no existiera una «sensibilidad» por parte de la institución, Palma y Eivissa «solo tendría amarres de gran eslora».

LA NOTA

El cambio de ubicación de la estación es ‘innegociable’

La decisión de instalar un apeadero en es Martell supone, según el alcalde de Vila, “cerrar un capítulo”, ya que la posibilidad de que la estación de las barcas a Formentera siga donde está es “innegociable”.

Rafa Ruiz afirmó que conectar los antiguos andenes con el paseo marítimo es “vital e irrenunciable” para los ciudadanos de Vila pero que, teniendo en cuenta el “agravio” de los residentes en la Pitiusa menor y la estrecha relación entre las dos islas, trasladó a APB la necesidad de buscar “una solución intermedia que pudiera satisfacer a los dos pueblos”.

LA NOTA

Las navieras aseguran que es «inviable»

Las principales navieras que trabajan con el tráfico entre Pitiüses recibieron ayer «con sorpresa» la decisión de poner una parada o apeadero de pasajeros en el muelle viejo, en la zona de es Martell, algo que desconocían hasta ayer cuando la APB lo hizo público a los medios de comunicación.

Más allá de que nadie de la APB les haya comunicado oficialmente esta decisión, desde Apeam aseguran que es una solución «poco operativa e inviable». «Tienes una operativa cada vez que mueves un barco: gente en tierra para amarrarlo, pasarelas, un tiempo de operación entre llegada y salida. Con esta escala, la travesía se prolongará entre 15 y 25 minutos más de lo tarda actualmente», explicó Rafael Cardona, delegado de Apeam en las Pitiüses, quien precisó que esta opción «nunca la hemos contemplado ni ha entrado en nuestra cabeza porque es muy poco práctico». Cardona recordó que los barcos que operan entre las Pitiüses «no son zodiacs» sino que son embarcaciones «grandes, que necesitan maniobrar y requieren espacio para ello».