La decisión del Consell de Formentera de acudir a la justicia para paralizar la adjudicación de la nueva estación marítima de las barcas que van a Formentera obtuvo ayer una respuesta contundente por parte del Ayuntamiento de Vila: « Si el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) tiene que pronunciarse que se pronuncie. Nosotros seguiremos con nuestro proyecto del puerto».

El alcalde Rafa Ruiz defendió la legalidad del proyecto de la nueva estación y señaló que acudir a los tribunales para mantener la actual ubicación de la estación «no es el camino más acertado, aunque lo respeto».

Fórmulas intermedias

Ruiz explicó que está dispuesto a negociar fórmulas que permitan hacer «más ligero» el trayecto a pie de los formenterenses al centro de Vila, como la posibilidad de habilitar un apeadero en la plaza de es Martell o instalar autobuses lanzadera que trasladen a los pasajeros desde el muelle norte donde se ubicará la estación.

«Estamos dispuestos a trabajar en alternativas intermedias pero si la propuesta de Formentera es cambiar de lugar el Club Náutico Ibiza o dejar la estación donde está, ya le digo que no nos encontrará porque el Ayuntamiento de Vila no está de acuerdo», aseveró.

Según dijo, trasladar la estación al muelle norte «unos metros» supone un «agravio» para los formenterenses aunque, añadió, «yo no lo veo así y creo que la ciudadanía de Eivissa tampoco».

Rafa Ruiz argumentó su negativa a cambiar la ubicación citando la decena de autobuses que se concentran alrededor de la estación o «la trinchera de taxis» que provocan un paseo marítimo «roto». Añadió también las razones de seguridad para cambiar la localización defendidas también por Autoritat Portuària de Balears (APB) en las que la actual estación «no cumple los mínimos», además de ser «pequeña» e «incómoda cuando vas a sacar los billetes».

El alcalde de Vila se extrañó también de la actitud adoptada por el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, quien le comunicó la decisión de acudir a la justicia cuando ambos estaban a punto de terminar una reunión en Palma con el presidente de la APB, Joan Gual, en la que estaban «tratando de encontrar una solución intermedia».