El 54% del volumen de aquello que echamos a la basura es de origen orgánico. Separados del resto, este tipo de residuos se pueden reciclar, evitando así que acaben en el vertedero mezclados con otras materias. Éste es el objetivo del proyecto piloto de recogida de materia orgánica que se lleva a cabo en Sant Francesc desde el pasado junio hasta el mes que viene.

Marta Fernández es la educadora ambiental del Consell de Formentera encargada de coordinar el programa y procurar que los 44 establecimientos adheridos al mismo sigan las directrices adecuadas y dispongan del material necesario para separar sus residuos orgánicos del resto de materias de desecho como plásticos, vidrio o cartón.

—¿En qué consiste el programa?
—En tratar de reducir residuos y hacer una buena gestión de los mismos. Conseguir que la gente recicle lo mejor posible y la mayor cantidad posible. En concreto, estamos llevando a cabo una prueba piloto de la recogida puerta por puerta de la fracción orgánica en los restaurantes y establecimientos que generan más residuos. Tengamos en cuenta que un poco más de la mitad del rechazo pertenece a orgánica, si la podemos recoger y tratar, no la hemos de transportar al vertedero ibicenco de Ca na Putxa, lo cual significa que ahorramos en dinero, unos 60.000 euros anuales. Además, es una fracción que se puede poner en valor devolviéndola a la naturaleza una vez tratada, ya que contiene elementos esenciales y nutrientes para la tierra.

—¿Cómo es el proceso que se sigue desde que se genera el residuo hasta que se recupera para su uso como fertilizante?
—Cada establecimiento dispone de un cubo para depositar los restos. Éstos se echan previamente en unas bolsas biodegradables verdes que yo me encargo de repartir al mismo tiempo que hago un seguimiento del proceso y les presto el asesoramiento necesario. Tanto cocineros como camareros u otros trabajadores, según la instalación, pueden vaciar los restos en las bolsas y el cubo. Se puede tirar cualquier sobrante de comida y las servilletas, de manera que es una tarea bastante sencilla. Sólo hay que vigilar que no caigan envoltorios de plástico o papel de aluminio ya que estas pequeñas fracciones se mezclarían después con el compost y acabarían esparcidos por el campo.

—¿Y cuando el cubo está lleno?
—Se saca al exterior y se deposita el contenido en un contenedor marrón con el logo de la recogida y el nombre del establecimiento y cada noche se pasa con el camión entre las dos y las tres de la madrugada para recoger todo lo producido durante el día. Todo lo recogido se lleva hasta las instalaciones anexas a la planta de transferencia de Cap de Barbaria y se va colocando en pequeños montoncitos por cada jornada. Posteriormente se cubre con arena y se va regando a intervalos de varios días para que se produzca la fermentación de los residuos.

—¿Cuándo se puede dar por terminado el proceso?
—Dentro de un año, las bolsas biodegradables y los residuos se habrán desecho. Entonces será el momento de hacer una segunda selección para separar los posibles restos plásticos y demás que se hayan colado y se procederá a efectuar un análisis del compost resultante para comprobar su calidad y decidir para qué finalidades se puede emplear.

—¿Se podrá usar directamente como abono?
—Lo más probable es que se mezcle con restos de poda ya que la orgánica que recogemos contiene restos de carne, pescado o huesos y el mezclarlos con restos vegetales hará que aumente su calidad y pueda ser de utilidad tanto en los campos de Formentera como para ayudar de fertilizante en zonas previamente afectadas por incendios.

—¿Cómo se ha tomado la gente esta campaña?
—Va un poco por barrios. Hay quien enseguida lo entiende y lo aplica y otros a los que les cuesta más ponerse las pilas. Pero bueno, yo me encargo de dar toda la información posible y el apoyo necesario para que las cosas se hagan bien. Hemos de ser conscientes de que estamos en temporada alta y el volumen de trabajo y de estrés es mayor, pero se trata de establecer una buena relación con los establecimientos y saber escuchar cuales son los inconvenientes para poder echar una mano ya que este es un trabajo en equipo. En el fondo, todos y cada uno de nosotros hemos de estar interesados en que todo salga lo mejor posible, ya que esto redunda en nuestro beneficio y en el de nuestro entorno.