Jaume Ferrer y Bartomeu Escandell durante la presentación de los presupuestos.

El Consell de Formentera contará para el próximo ejercicio con un presupuesto que asciende a 26,8 millones de euros, cantidad superior 12,78 por ciento a la que ha gestionado este año.

El presidente de la institución insular, Jaume Ferrer, y el vicepresidente y conseller de Hisenda, Bartomeu Escandell, presentaron ayer las cuentas para el próximo ejercicio, y según explicó el conseller, este incremento del presupuesto se debe al aumento de los recursos provenientes del Estado y del Govern balear, en este último caso mediante el Impuesto de Turismo Sostenible.

En cuanto al gasto, el capítulo más elevado es el de personal, al que se destinan 10.086.500 euros. En este sentido, el próximo año estará marcado por el desarrollo y puesta en marcha de la nueva Relación de Puestos de Trabajo, aprobada recientemente por el pleno. El aumento del gasto de esta partida también se debe a la incorporación del personal del Patronato de Turismo en la estructura del Consell.

Las inversiones reales se incrementan y pasan de 3.250.000 euros a 4.500.000 euros para el 2018. En relación a las inversiones, Escandell destacó la «apuesta por cuidar el medio ambiente y la rehabilitación de elementos patrimoniales».

En esta línea, uno de los proyectos prioritarios es el de ordenación y protección de s’Estany des Peix, para el que se ha reservado una partida de 400.000 euros, o la rehabilitación del faro de la Mola para usos culturales (500.000 euros).

Escandell también ha explicado que se reservan partidas para el inicio de las obras Can Ramon, el proyecto de rehabilitación de la finca de Sa Senieta, o la adquisición de terrenos como el de es Campament.

Asimismo, se apuesta por el impulso a la participación ciudadana seguirá en 2018 con la reserva de un presupuesto de 325.000 euros.

LA NOTA

Impuestos estables

El Consell ha previsto una partida de 6.150.000 euros en impuestos directos, similar a la del 2017. En este sentido Escandell manifestó que se han «estabilizado» las partidas de ingresos provenientes de la recaudación ordinaria, que aumentaron en los últimos años debido al afloramiento de elementos ocultos que no tributaban.