La balsa tiene capacidad para acumular hasta 88.000 metros cúbicos. | A.C.

La balsa de riego de Formentera ya es completamente una realidad. El conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, fue el encargado de hacer ayer la primera demostración del funcionamiento de esta infraestructura.

Como parte de su visita a Formentera, Vidal, acompañado de miembros del Consell y del director general de Agricultura i Ramaderia, Mateu Ginard, asistió a una de las fincas de Formentera que a partir de ahora podrá abastecerse del nuevo servicio y a la depuradora, donde se ubica la balsa. Después de ocho años desde que acabasen las obras –que tuvieron un coste de más de 8,2 millones de euros- y con una inversión de 300.000 euros más para ponerla en marcha, el agua que se acumula en la balsa ya puede ser utilizada por parte de los agricultores fomenterenses. «Los regantes manifestamos nuestra satisfacción, ya que tras 15 años gestándose y ocho terminada, por fin, podemos hacer uso de esta infraestructura», explicó ayer con ilusión el presidente de la comunidad de regantes de Formentera, Joan Ferrer. Además, destacó «el gran hito conseguido, por el hecho de poder usar esta agua para revitalizar el medio rural» un sector que, según él, «abandonado».

Según Ferrer, «con lo que hemos conseguido hoy [por ayer], tenemos un poco de esperanza en recuperar, por poco que sea, el medio rural de la isla». «Ya era hora», concluyó. El conseller Vidal destacó que con este método, los agricultores de Formentera tendrán la capacidad de «cerrar un ciclo con aquella agua que empleamos en nuestros hogares o que ha generado la desaladora, tratada y en buenas condiciones para darle un uso agrícola». En este sentido, afirmó que el agua es totalmente apta para esta función puesto que existen «una tecnología, unos tratamientos y unas analíticas que demuestran que sirve para el regadío de los cultivos».

Por su parte, el presidente del Consell, Jaume Ferrer, mostró su «enorme satisfacción» ante la imagen que se estaba produciendo. «Que podamos reutilizar un agua que hasta ahora iba a parar al mar, mientras que ahora podrá usarse en el campo para hacerlo más productivo es muy satisfactorio», señaló. «Después de tantos años la necesidad de su puesta en marcha era imprescindible», puntualizó.

El uso
El agua proviene de las casas y los comercios de Formentera. Tras su depuración, su desalación y su tratamiento adecuado será depositada en la enorme balsa, de donde será conducida a las distintas fincas a través de una red de conductos. Posteriormente, los agricultores la utilizarán, según sus necesidades.

Para que desde el campo se haga un uso correcto del agua, el Consell de Formentera destinará, tal y como informó ayer el presidente, una partida de los presupuestos de 2019 a subvencionar cursos para la comunidad de regantes. En ellos se les formará en el buen uso de los recursos hídricos. La inmensa balsa tiene capacidad para acumular hasta 88.000 metros cúbicos de agua, con los que se prevé regar 114 hectáreas de campo y abastecer a cerca de 70 agricultores de Fomentera. En conjunto, todo el sistema de riego tiene una longitud de 24 quilómetros.

Reserva marina
Por otra parte, el conseller Vidal anunció ayer que la zona de Sa Creu de Formentera será a partir de ahora reserva marina.

El decreto por el que se establecerá la Reserva Marina de la Punta de Sa Creu será aprobado el próximo viernes en el Consell de Govern y favorecerá notablemente esta zona marítima de Formentera.

Vidal destacó que la principal función de esta nueva declaración será la de recuperar los recursos pesqueros de una franja que se extiende entre más de mil hectáreas marítimas. Con una regulación más estricta, se pretende recuperar poblaciones de peces y conservar los recursos marinos, conviviendo siempre con las actividades habituales que se practican en el litoral.

De este modo, entre las actuaciones, destaca una mayor protección de este lugar de gran valor ecológico y pesquero, mediante la limitación de la explotación de recursos y la repoblación del ecosistema. Para ello, la reserva de la Punta de sa Creu contará con un vigilante y una barca propia.

El Govern balear cumple así con las reclamaciones que desde hace años vienen trasladándole tanto el Consell como diversos colectivos de Formentera. En este sentido, el presidente del Consell, Jaume Ferrer, no dudó en mostrar su satisfacción «porque se haya podido crear esta reserva marina y por el hecho de haberlo hecho de forma consensuada con el sector pesquero y con la Conselleria de Medio Ambiente».