Tony Gartel se instaló en la Pitiusa menor junto con su hermano gemelo hace 50 años | A.C.

Tony y Bruce Gartel son dos gemelos afincados en Formentera desde hace 50 años. Nacieron en la isla británica de Guernsey, en pleno Canal de la Mancha en 1941 y también vivieron algunos años en Londres, donde tocaron free jazz en algunos de los locales más alternativos de la ciudad. Tras más de media vida en la menor de las Pitiusas, ambos son dos de las cabezas más visibles de la asociación musical Jazz&Co, que ha recibido el Premio Sant Jaume 2019 en reconocimiento «a los 25 años de una asociación que se ha consolidado como una oferta cultural ineludible» en Formentera.

Como suele ocurrir en muchas ocasiones, la historia de Jazz&Co empezó de forma muy tímida en la plaza de la Constitució de Sant Francesc a principios de los noventa, a través de pequeños conciertos alternativos que un grupo de músicos realizaba con el permiso del entonces alcalde.

Mucho antes, cuando los dos hermanos llegaron a Formentera, según explicó Tony, «aquí no había luz, entonces no había ‘amplis’ ni nada y tocábamos lo que podíamos». En aquél momento, en el 68, «la música solo existía en las fiestas, en casas privadas», algo que, según parece, no le gustaba mucho a Gartel. Por esta razón, se formó un grupo de rock llamado Stonewall, que estuvo en activo hasta los años 80.

No obstante, el estilo con mayúsculas de Tony Gartel fue siempre el jazz. «En el año 93, conocimos a Vicent Roselló, que todavía es nuestro bajista, y me sugirió darle clases de jazz, porque le interesaba». Desde aquél instante «empezamos a tocar de forma muy básica, pero seguimos hacia adelante». Así surgió el germen de Jazz&Co, como pequeño grupo amateur al que poco a poco se fueron sumando más integrantes y posteriormente fue reconvertido en asociación musical.

«En diciembre del 93 hicimos un concierto en invierno y la gente estaba muy entusiasmada, pero había muy poca», relató Gartel. Pero a partir de ahí, el año siguiente «nos contrataron para tocar en las fiestas de Sant Jaume, porque éramos un grupo de la isla y en esa época el presupuesto para las fiestas era muy bajo». Desde entonces, se les propuso realizar conciertos de forma más regular y así fue, al principio sin ganar un duro, pero con muchas actuaciones, se consolidaron como un referente musical en Formentera. «Nosotros no somos profesionales, pero tocamos lo que podemos», admitió Tony Gartel. Además, insistió en que «hemos tenido mucha suerte» de haber podido tocar con auténticos maestros del jazz como Joaquin Khum o Jorge Pardo, que todavía les han dado más proyección a lo largo de estas últimas décadas. En cuanto al Premio Sant Jaume, Gartel afirmó que jamás había pensado en ganar ningún premio al empezar, «pero es así, estamos muy contentos y orgullosos de haber recibido el reconocimiento».