El gerente de la cooperativa, Carlos Marí, explicó que «hasta que no empieza a llover no conviene mover los terrenos porque durante todo el verano ha hecho mucho calor, las tierras están muy calientes y no conviene trabajarlas en esas condiciones», por lo que «esta agua es siempre muy bienvenida».
Esta campaña la cooperativa incrementará la superficie de siembra hasta alcanzar previsiblemente las 90 hectáreas, «confiando siempre en que el año sea más bueno y fructífero». Tal y como explicó Marí, «venimos de una temporada muy seca que nos ha condicionado mucho la recolección de cereal este año».
De hecho, las últimas siembras de forraje que tuvieron lugar a principios de 2019, como en Can Marroig, no prosperaron por la escasez de lluvias desde el pasado mes de diciembre. «Las lluvias este año fueron prácticamente testimoniales y eso para el campo es un desastre», declaró el gerente, a la vez que subrayó la importancia de que durante el invierno se vuelvan a repetir precipitaciones como las recientes.
El mal funcionamiento de la balsa de riego también ha supuesto un revés para los agricultores. «En estos momentos críticos de sequía una infraestructura como esta es vital para el campo de Formentera», destacó Marí.
El gerente de la cooperativa admitió que «era un poco previsible que al principio surgiesen problemas», pero expresó su confianza en que se solucionen para que la próxima temporada puedan disponer «de agua de calidad y en cantidad» todo el año.
Crecen las ventas
La adhesión de la Cooperativa del Camp de Formentera el Grup Farmers este verano ya ha dado sus primeros frutos. Carlos Marí explicó que los productos autóctonos de la isla «están teniendo una gran aceptación» y el nivel de ventas en el Centre Antoni Tur ‘Gabrielet’ está siendo «superior a lo que pensábamos en un principio».
Cabe recordar que el Grup Farmers es una grupo cooperativo cien por cien balear, que aúna a 11 cooperativas agrícolas de las islas con el fin de conformar una cadena de distribución del producto local tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
A través de este escaparate, señaló Marí, «la gente puede ver que el producto de Formentera es un producto demandado también en el resto de las islas y fuera de ellas»; un hecho que también debe «animar a la gente a hacer productos aquí, en Formentera».
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