Juan F. Ballesteros (Valencia, 1973) está al frente de la Coral Polifónica de Formentera, que no está cerrado a nadie y cuyas clases son gratuitas. Las próximas citas son este sábado y el día 23.

El pasado sábado 26 de octubre la Coral Polifónica de Formentera inició, con el primer ensayo de este curso, una nueva etapa orientada a fortalecer las bases de una institución musical que, tras cerca de veinte años de historia, ha sufrido los últimos años cierto desgaste. Entusiasmado por «reconstruir el proyecto musical, mantenerlo al nivel que estaba e incluso intentar que suba», el músico Juan F. Ballesteros (Valencia, 1973) toma las riendas y, cómo no, la batuta.

Ballesteros cuenta con una extensa trayectoria como pianista y director de orquestra y coro en Valencia, Varese y Estocolmo. Los años 2000 y 2001 formó parte de los 10 mejores directores menores de 30 años en un ranquin de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE). Hace 12 años aterrizó en Ibiza, donde fundó el coro de cámara Petit Cor y es director artístico la productora de música clásica y jazz Just4You Music. Además, ha configurado una red nacional de coros góspel con presencia en Ibiza, Mallorca, Valencia, Barcelona y Donostia y está inmerso en un proyecto multidisciplinar de márquetin musical.

Pese a toda su trayectoria, el director no ocultó su ilusión por conocer más en profundidad Formentera gracias a este nuevo proyecto. No obstante, es consciente de su responsabilidad a la hora de lograr uno de sus principales objetivos: que la Coral Polifónica consiga ser «una institución importante de la cultura en Formentera», que «cante en todos los sitios posibles de Formentera» y que «llegue a la mayor parte del público posible».

El músico es optimista, sobre todo después del sabor que le dejó el primer ensayo de la temporada. «Veo que la gente tiene ganas de que el coro vuelva a ser lo que era y eso es muy importante. Además, confío también en mi bagaje. Es un reto, pero yo me siento cómodo y estoy acostumbrado a luchar y lidiar con las adversidades», expresó.

Para él, «un coro es el modelo social ideal, porque es el único lugar del mundo donde pueden convivir personas de diferentes edades, profesiones, credos religiosos y sexualidades, ya que todos compartimos la misma esencia que es disfrutar de la música». «No conozco otro foro que permita esta variedad», afirmó.

De hecho, tras el primer ensayo Ballesteros corroboró su propio punto de vista. Fueron una quincena de personas, muchos antiguos miembros, pero también nuevos integrantes; todos muy predispuestos. «Gente diversa, de distintas edades, nacionalidades, perfiles socio-económicos y gustos personales», explicó. Conjuntamente, según comentó el director, ensayaron diferentes estilos que van desde «música del siglo XVI, hasta el pop, pasando por el góspel o la música romántica». El resultado: «Muy positivo».

La Coral Polifónica de Formentera ensayará dos sábados al mes, aproximadamente cada 15 días. Serán sesiones intensivas en la Escuela de Música y Danza, de 10 de la mañana a dos de la tarde, en las que, además de cantar, los integrantes tendrán la oportunidad de conocerse más a fondo y, de algún modo, generar una convivencia entre ellos.

El coro, pese a que sí debe encontrar un equilibrio de voces y una proporcionalidad, no está cerrado a nadie. De hecho, las clases son gratuitas y cualquiera puede participar cuando tenga disponibilidad. «Dentro de esta diversidad hay quien sabe leer música y otros que no, pero dentro del perfil de coro amateur que es todo el mundo es bienvenido, porque ya me encargo yo de conseguir que todos canten bien en grupo», detalló Ballesteros. Para aquellas personas que estén interesadas, las próximas citas tendrán lugar los días 9 y 23 de noviembre.