Los tres Reyes Magos desembarcaron en el puerto de la Savina. | Arnau Camarena

Sol radiante, ni pizca de nubes ni viento y temperaturas de lo más apetecibles. Para ser 5 de enero, la jornada de ayer en Formentera ya fue mágica en sí misma. Un día tentador para apurar las horas de sol en el chiringuito de turno o en cualquiera de las calmadas playas de la isla. Sin embargo, a partir de las 17.00 horas centenares de niñas y niños –y muchos no tan pequeños- se fueron aglomerando en el paseo marítimo de la Savina para recibir a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

El fantástico espectáculo circense de risas, magia y, cómo no, espíritu navideño, Or, encens, mirra i CIRC del Circ Bover sirvió de telonero, acaparando la atención de todos los presentes mientras Melchor, Gaspar y Baltasar cruzaban es Freus.

Puntual, como siempre, a las 18.00 horas la barca que transportaba a Sus Majestades atracó en el muelle del paseo. Felicidad e ilusión no podrían definir mejor el ambiente del momento, cuando los Reyes Magos tocaron tierra y saludaron muy de cerca a todas aquellas personas que decidieron acompañarles en su visita a la pitiusa menor.

Rápidamente, Sus Majestades de Oriente montaron en las engalanadas carrozas que sus Pajes Reales de Formentera, los voluntarios y voluntarias de la Associació Reis Mags, han diseñado y construido a su medida durante las últimas semanas. Junto a ellos, en otras tres carrozas, un séquito de niñas, niños y vecinos de la isla, trazaron su camino hacia Sant Francesc, la primera parada del recorrido.

Tras cruzar la calle Jaume I, Melchor, Gaspar, Baltasar y toda su comitiva real fueron recibidos en la plaza de la Constitució por centenares de formenterers, que los acompañaron hasta la puerta de la iglesia donde hicieron su tradicional ofrenda al Niño Jesús.

Posteriormente, en un ambiente de lo más festivo, los Reyes fueron recibidos por la presidenta, Alejandra Ferrer, en el balcón del Consell de Formentera. Tras unas breves palabras de Ferrer, Melchor ejerció de portavoz de los tres Reyes Magos y dirigió un especial discurso a todos los presentes. En el mismo, Su Majestad destacó la importancia de los regalos más allá de los materiales, aquellos que aúnan valores como el respeto, la amistad, el amor o la libertad. Asimismo abogó por un «futuro mejor, sin miserias, sin pobreza y sin discriminación».

Melchor tampoco se olvidó de aquellas personas que han llegado durante el pasado año a nuestras costas buscando una mejor vida, por lo que deseó que 2020 se un año «donde el mundo sea tierra de iguales». Además, lanzó un aplaudido mensaje feminista por todas las mujeres que han muerto este año víctimas de violencia de género: «Os queremos vivas y sin ningún tipo de miedo».

Ya bien entrada la noche, en su segunda parada, Sant Ferran, los tres Reyes Magos volvieron a visitar la iglesia del pueblo para adorar la imagen del Niño Jesús para, seguidamente, recibir a sus niñas y niños y entregar sus primeros regalos a algunos afortunados.

Finalmente, alrededor de las 21.00 horas, Sus Majestades tomaron rumbo a la Mola, donde fueron recibidos por sus vecinos en la iglesia y aprovecharon para repartir más regalos entre los más pequeños.

La noche de Reyes, como bien es sabido, es una noche festiva, pero también de mucho trabajo para Melchor, Gaspar y Baltasar, que tras este recorrido continuaron repartiendo felicidad de hogar en hogar. Por eso, los más pequeños de Sant Francesc han tenido que esperar hasta hoy, cuando después de la Misa de Reyes que se celebra a las 11.30 horas, los Magos de Oriente repartirán el resto de regalos que les faltaron por entregar durante la noche de ayer.