Songlin Lin es el propietario del único restaurante chino de la pitiusa menor y tiene claro que hay que protegerse.

El confinamiento se ha convertido en nuestra normalidad absoluta en menos de una semana. Según va creciendo el número de contagios, lo residentes en Formentera van endureciendo su «encierro». El decreto permite salir de casa para realizar compras de primera necesidad, pero con este panorama, la verdad es que cada vez apetece menos.
La Policía Local de la pitiusa menor y la Guardia Civil controlan diversos puntos de la carretera y paran a todos los coches, para comprobar que viaja un único ocupante y preguntar el motivo del viaje. En este momento cuando sales a comprar, acabas teniendo la sensación de estar cometiendo un hecho casi delictivo y reprobable, además de acabar viendo virus por todas partes.


Conscientes de ello, algunos establecimientos han ampliado su oferta y ponen a disposición de quien lo solicite el servicio a domicilio. En una isla con muchas viviendas en diseminado y en entornos rurales, la iniciativa podría antojarse complicada, pero las nuevas tecnologías han venido para hacernos la vida más fácil: «Mándame la ubicación y en media hora estamos allí», suele ser una frase repetida.

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Can Parejo es un establecimiento de productos gourmet, que está dirigido a los turistas y que únicamente abre durante la temporada. Con motivo de la crisis sanitaria del Coronavirus, ha adelantado la apertura dos meses. Su administrador, Javier Martín Parejo, explica que «se trata de dar un paso al frente y estar al servicio de los ciudadanos de la isla, en un momento como este. Una vez que los proveedores nos garantizaron que no habría problemas de suministro, no tuvimos ninguna duda». Los traslados a domicilio son gratuitos y el producto se está comercializando a precio de mayorista, Parejo justifica este hecho «estamos en un periodo de crisis, y todos debemos sumar y empujar para salir de ella lo antes posible».


Por otra parte, el único restaurante chino de la isla que funciona desde hace décadas con mucho éxito ha decidido también, poner en marcha el servicio a domicilio en las siguientes semanas. Su propietario es Songlin Li, quien ha vivido muy de cerca la crisis de China y lo tiene claro: «Tenemos que prepararnos para una larga guerra que no va a terminar en dos semanas». Li ofrece sus especialidades a domicilio, entre otras cosas porque piensa que «este año no vamos a tener temporada turística. Esto es más serio de lo que nos parece.

Toda Europa y todo el mundo está afectado y controlar la pandemia necesita tiempo. Nadie se va a poner a viajar este verano, el único turismo con el que quizás podamos contar sea el nacional», augura este empresario.