Un grupo de pasajeros embarcan en un barco de Trasmapi rumbo a Formentera. | DANIEL ESPINOSA

Las muchas visitas recibidas durante el pasado fin de semana pasado, por parte de ibicencos y mallorquines y la ‘nueva realidad’ con la que nos encontraremos el lunes, ha animado a una serie de establecimientos generalmente destinados al turismo a abrir sus puertas ayer, a la espera de la llegada del fin de semana.

El mítico Blue Bar que suele ponerse a funcionar en el mes de marzo, retrasó su apertura de este 2020 hasta la jornada de ayer y con todas las precauciones, como explicó su propietario Rico Hartmann: «Hay muchas novedades, las cartas digitales, desinfectante en todas las entradas, el uso de mascarilla, las distancias entre mesas y mucha pulcritud en la higiene y desinfección».

Se da la circunstancia que el pasado mes de mayo se cumplieron 30 años desde los padres de Hartmann, llegaron a la isla para hacerse cargo de un establecimiento en la playa de Migjorn, que han acabado convirtiendo en un entorno mítico en el que disfrutar de unas puestas de sol sin igual. «Queríamos haber celebrado nuestros primeros 30 años por todo lo alto, pero este es un momento en el que hay que tener mucha precaución y respetar todas las normas, para salir de esta situación cuanto antes», señaló.

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Otro establecimiento imprescindible en Formentera es el Restaurante Sol Y Luna, que también abrió sus puertas el viernes «en una temporada atípica» como acuña su gerente, Joaquín Vainte que se muestra optimista: «Formentera ha demostrado ser un destino seguro y ese es un valor que debemos añadir a los otros muchos atractivos que ofrece la isla a sus visitantes».

También en Migjorn, decidió abrir la semana pasada el Restaurante Vogamarí al frente del cual está Toni Mayans que explicó que «el pasado fin de semana, llenamos todas las sesiones con los muchos ibicencos y mallorquines que vinieron a visitarnos. Y sabemos que hubieron muchos que se quedaron con ganas de venir, porqué se organizó un buen revuelo en el Puerto de Ibiza y lo dejaron para otro día». Mayans tiene claro que «la gente tiene muchas ganas de visitar Formentera. Este es un lugar tranquilo en el que hemos hecho las cosas bien y esa ha sido una buena publicidad. Ahora, debemos seguir siendo respetuosos con las normas para evitar nuevos contagios».

Muchos otros establecimientos van a esperar a la primera semana de julio para abrir sus puertas, aprovechando la llegada de turismo internacional.