Uno de los puestos del mercadillo artesanal.

A finales de los años 60, el movimiento hippie se estableció en Formentera y especialmente se afincó en El Pilar de La Mola, donde encontró un entorno ideal para una forma de vida basada en el pacifismo y la libertad.

Algunos de aquellos hippies aprovecharon la llegada del incipiente turismo a la isla para montar sus puestos y vender sus productos artesanos. Aquel espíritu dio paso en 1984 a la creación de un espacio específico y adecuado en el que establecer las paradas de un auténtico mercado artesanal, en el que es condición indispensable, que las piezas que se venden sean elaboradas en Formentera.

Después de tantos años, la crisis de Coronavirus, estuvo a punto de hacer que este primer año fuese el primero en el que no abriese este espacio tan emblemático y de visita obligada en la isla. Pero al final, la situación se ha reconducido y ayer abrió finalmente sus puertas, recibiendo a un buen número de visitantes.

La consellera insular de comercio, Ana Juan, explica que «se ha trabajado muy intensamente con todos los artesanos para ampliar el espacio entre paradas y aplicar el resto de normas del decreto del Govern Balear». De ese modo algunos paradistas han renunciado a exponer este año, para llegar al 75% del aforo y para poder respetar las distancias se han sumado un terreno anexo y algunas paradas se ubican en la calle principal del municipio.

La artesana Silvinna Taffuri, prepara su exposición de cuadros y manifiesta su optimismo: «Yo creo que la gente va a acabar viniendo a la isla y si tomamos precauciones, podemos acabar mucho mejor de lo que pensábamos hace un mes».

En la entrada, Genis Campillo que en los años anteriores organizaba los conciertos que animaban el mercado, se dedica ahora a invitar a los visitantes a ponerse la mascarilla que es obligatoria para acceder y a lavarse las manos con gel alcohólico y no cuenta que «de momento este año no vamos a hacer música en directo, para evitar riesgos».

Todo el mundo está muy concienciado, otra de las artesanas Florencia Sotes cuenta que: «Yo me levanté hoy con una sonrisa detrás de la mascarilla y a pesar de la incertidumbre, me gustaría conservarla hasta final de temporada».

El mercado artesanal de La Mola, se puede visitar todos los miércoles y domingos de 17 a 22 horas.