Ayer se constituyó la comisión de seguimiento del convenio entre Govern y Consell para la gestión del espacio.

Los romanos usaban s’ Estany des Peix como puerto natural, desde el que zarpaban sus naves cargadas de sal a la capital del imperio. De ahí que a buena parte del entorno terrestre del lago salado se le llame ‘Porto Salè’, haciendo referencia a su pasado como puerto salinero.

Y, desde entonces, este espacio de aguas tranquilas y transparentes con salida natural al mar ha sido lugar de reposo de centenares de embarcaciones de pesca y recreo que los residentes han utilizado con total normalidad.

Pero la isla ha crecido, su población también y la demanda turística cada vez es mayor. Irremediablemente este ‘puerto’, en el que amarrar es gratis, se ha convertido en un lugar de peregrinaje de barcas de todo tipo y uso, hasta tal punto de que la situación se ha convertido en insostenible medioambientalmente y a nivel de seguridad.

La ordenación y regulación del fondeo de embarcaciones en s’Estany es un viejo canto de las sirenas que quizá alguna vez habitaron en él hasta que se marcharon asustadas de tanta actividad humana.

Ayer se constituyó la comisión de seguimiento del convenio que regirá la colaboración entre el Govern y el Consell para la gestión del ‘nuevo’ espacio, una vez que Costas ha otorgado la concesión de los fondeos por un periodo de 15 años, prorrogables a otros 15 más.

El nuevo proyecto contempla 207 boyas ecológicas y 78 pantalanes flotantes para embarcaciones de pequeña eslora, lo que supone un total de 285 amarres. El último recuento en agosto de 2016 certificó la presencia de 527 barcos. Con esas cifras está claro que muchas de las barcas tendrán que abandonar este espacio.

El Consell de Formentera tiene intención de dar prioridad para acceder a un amarre a aquellos que puedan demostrar que su barca está allí desde antes del 2002. La institución insular se pone en marcha «para consensuar con la población como debe ser la regulación a aplicar en los próximos meses», según el conseller insular de medio ambiente, Antonio J. Sanz.

El director general de espacios naturales del Govern, Llorenç Mas aprovechó esta primera reunión para presentar el Plan de Gestión que engloba un total de 8.518,49 hectáreas repartidas en cinco espacios de la Red Natura 2000. En estos espacios se ha contrastado la presencia de 12 tipos de hábitat de interés comunitario, cinco de los cuales de tipos prioritario.

El plan pretende «proteger de manera efectiva todo el ámbito marino que envuelve a la isla», según la Presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer. En ese mismo sentido, Ferrer recordó que su institución «está trabajando junto al Govern para desarrollar el proyecto de regulación de los fondeos en todo el litoral de la isla».