La embarcación deberá ser retirada por medios profesionales para evitar riesgos mayores, aunque no ha habido vertidos hasta este momento. Entretanto, su presencia en la playa de Llevant de Formentera se ha convertido en un atractivo más para los bañistas que aprovechan la presencia de la embarcación para acercarse a curiosear y hacerse unos selfies.
En esta época del año suelen ser habituales este tipo de incidentes por el amplio número de embarcaciones que visitan Formentera para pasar sus vacaciones. El crecimiento del tráfico marítimo de recreo hace inevitable que aumenten los incidentes.
La crisis sanitaria del coronavirus también ha afectado al turismo náutico y este año el servicio de vigilancia del Parque Natural de Ibiza y Formentera ha comprobado el fondeo de más de 32.000 embarcaciones desde el 1 de junio hasta mediados de agosto, lo que supone 10.000 menos que en el mismo periodo de 2019. Pero Formentera sigue siendo la más deseada con 28.400 barcos acumulados en este periodo.
Otros incidentes
El pasado 27 de julio, una mujer perdió la vida en un choque entre dos veleros en s’Espalmador y a principios de agosto se quemaron en dos días consecutivos, sendas lanchas del mismo modelo.
Por otra parte un ferri de Mediterránea Pitiusa, rescató a 17 ocupantes de una lancha de 16 metros de eslora, cuando esta ya se había hundido.
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