Agentes de la Guardia Civil, en Formentera. | Guardia Civil

El sistema de geolocalización de un teléfono móvil desencadenó la detención de un joven de 32 años como presunto autor de una cadena de hurtos en vehículos de Formentera.

Según informaron ayer desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, el arresto se produjo el pasado jueves tras la denuncia de una mujer que relató que mientras se encontraba en la terraza de su domicilio vacacional, unos desconocidos le sustrajeron una riñonera al descuido que contenía documentación personal y el teléfono móvil.

Cuando la mujer se encontraba realizando la denuncia, su hijo le llamó desde Italia para informar de que tenía la localización del teléfono robado.

Los agentes se desplazaron hasta el punto de la ubicación y comprobaron que se trataba de un aparcamiento con numerosos coches estacionados.

Cazado con el botín
Tras realizar una llamada al móvil sustraído, un agente fue recorriendo los vehículos a pie hasta dar con uno donde se escuchaba el tono de llamada.

Tras una hora y media de espera, la Guardia Civil observó como un hombre abría una de las puertas del vehículo y en ese momento se acercaron y comprobaron que en el maletero del coche estaba la riñonera de la denunciante, además de una maleta y otros objetos.

Los agentes analizan ahora el resto de objetos ante la sospecha de que sean producto de más hurtos cometidos en la isla.