Alejandra Ferrer, ayer. | Consell de Formentera

La presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, se ha salido con la suya con el retraso del horario de inicio del toque de queda. Por la mañana, compareció ante periodistas y ciudadanos y exigió el retraso para evitar perjudicar al sector de la hostelería.

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Mantuvo, no obstante, la necesidad de aplicar el estado de alarma. «Ahora estamos bien, pero la situación puede cambiar en cualquier momento y hemos de ser prudentes ya que somos una única área sanitaria y si el Hospital de Can Misses se satura, nuestros pacientes también se encontraran en una situación de riesgo».

Ferrer destacó que las flexibilizaciones de las restricciones aprobada el sábado se mantiene en cuanto a las 10 personas por reunión y los aforos de los establecimientos, así como la reapertura de los clubs de jubilados. Avanzó que pedirá la reapertura de Can Marroig.