Llegada al puerto de Ibiza de los tres vecinos de Formentera, ayer a las 09.00 horas. En el puerto, tienen que esperar a que venga la ambulancia a por ellos para llevarlos a Can Misses. | DANIEL ESPINOSA

Cuando hace 13 años se inauguró el hospital de Formentera, el servicio de diálisis fue uno de los grandes avances ya que ahorraba a los pacientes con insuficiencia renal la obligación de viajar tres días a la semana a Ibiza. Todo fue bien hasta que un día el servicio se quedó sin usuarios y fue desmantelado y la maquinaria retirada.

En la actualidad, un total de tres pacientes de la pitiusa menor deben someterse a este tratamiento vital, teniendo que trasladarse tres veces por semana hasta Can Misses.

Las molestias son obvias, como explica José Ignacio Monge ‘Tato’: «Tener que coger la barca tres veces por semana, con mal tiempo y perder todo el día, mengua nuestra calidad de vida de una manera que no nos merecemos».

Francisco Mayans tiene 82 años, vive en La Mola y tiene la movilidad reducida y relata así su odisea: «A las siete de la mañana estoy en pie; viene la ambulancia para llevarme a la Savina para coger la barca, una vez allí otra ambulancia nos lleva a Can Misses, aunque no siempre está a en punto, a veces tarda una hora en llegar. Después de cuatro horas de tratamiento, cogemos la barca de las 19.00 horas -si no hay retraso- y llego a casa pasadas las 20.00 horas. Total, es un desastre».

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Carlos Tur explica que: «Hace cinco años que debo someterme a la diálisis, no es algo opcional, si no haces el tratamiento, te mueres. Necesitamos que el servicio se recupere ya en Formentera; todo el mundo lo ve claro. Esto es un despropósito», precisa.

El Consell instará a Salud
A los inconvenientes mencionados se debe añadir la situación sanitaria actual, como reconoce ‘Tato’: «Es innecesario ponernos en riesgo continuamente. Nosotros tenemos una salud débil y estar todo el día cogiendo barcas y desplazándose arriba y abajo, aumenta mucho el riesgo de contagio de coronavirus».

El pleno del Consell de Formentera aprobó por unanimidad instar a Salud a reincorporar el servicio y la Asociación de enfermos de riñón ALCER califica esta situación de «intolerable» y exige una «solución inmediata».

Por su parte, el Área de Salud de Ibiza y Formentera ha manifestado en diversas ocasiones que está estudiando la viabilidad de reanudar el servicio, algo que ‘Tato’ no entiende: «Hay personal cualificado en Formentera para atendernos y el nefrólogo de Can Misses puede intervenir por videoconferencia».

Los pacientes están recogiendo firmas para pedir que la situación se solucione y como explica Carlos Tur: «Todo el mundo cuando le explicas nuestra situación firma sin dudarlo ni un segundo. Esperamos, de verdad, que nos escuchen y resuelvan esto, que es un verdadero problema para nosotros y nuestras familias», concluyen estos tres vecinos.