Arqueólogos en el interior de la cueva.

El proyecto de excavaciones en Formentera empezó en 2012 centrándose en la prehistoria de Formentera en el yacimiento de Barbaria II que es una de los más grandes y mejor conservados de las Baleares de la Edad del Bronce.

Los trabajos han ido descubriendo en distintas fases como era la vida de los moradores de la isla hace alrededor de 4.000 años como cuenta el doctor en arqueología, Pau Sureda: «Hemos ido investigando el poblado, hemos excavado diferentes habitaciones y en 2014 empezamos una línea de investigación paralela centrada en el mundo funerario, que nos ha ido descubriendo como enterraban en la prehistoria los formenterenses a sus seres queridos».

Una parte del equipo formado por restauradores, arqueólogos e historiadores trabaja en la búsqueda de restos humanos en una cámara mortuoria ubicada en el interior de una cueva de muy difícil acceso en los acantilados de la Mola.

En un trabajo anterior se localizaron en el acceso a la sala interior los restos de una mujer, un hombre y un niño, lo que hace presagiar que la zona más amplia de la cueva pueda albergar más restos.

La investigación en la Cueva 127, según Pau Sureda, «permite conocer no solo cómo fue la vida de aquellas personas sino también cuáles eran los rituales que las comunidades prehistóricas realizaban con sus muertos».

Diferentes clases sociales

Preguntado por estos rituales de la Edad del Bronce, Sureda explica que: «Había dos maneras diferentes de entender la muerte: una consistía en llevar a los muertos a espacios recónditos y angostos como esta cueva y otra era llevar los restos a espacios más monumentales como el sepulcro megalítico de Ca Na Costa. Esta dualidad es muy interesante ya que nos hace sospechar que había separación de clases sociales o bien grupos diferentes con costumbres diferentes».

El proyecto se lleva a cabo gracias al acuerdo entre el Consell de Formentera y el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria.