Las zonas investigadas por los arqueólogos son La Cueva 127 de La Mola y el yacimiento de Cap de Barbària II.

Continúan las investigaciones arqueológicas de la expedición del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, que han traído a Formentera a un equipo de arqueólogos, historiadores y restauradores que desde el año 2012 trabajan intermitentemente para tratar de arrojar luz sobre como vivían los pobladores de la edad de bronce de la isla.

Con el apoyo del área de patrimonio del Consell Insular, el equipo que comandan Edgard Camarós y el arqueólogo ibicenco, Pau Sureda sigue investigando en dos frentes: La Cueva 127 de La Mola y el yacimiento de Cap de Barbària II.

Restos animales

La misteriosa cueva de muy difícil acceso, alberga en su interior una pequeña sala, que pareció haber sido convertida en cámara mortuoria en la edad de bronce, como explica Pau Sureda: «Esta campaña de 2020 es continuista con respecto a las que venimos haciendo en los últimos ocho años y estamos excavando la zona más amplia de la cueva y han aparecido nuevos restos humanos, que vienen a confirmar que como mínimo se enterraron 3 cadáveres y para nuestra sorpresa han aparecido también restos de otros objetos, artefactos, como botones o recipientes cerámicos y algunos huesos de oveja o de cabra».

Estos nuevos vestigios ponen sobre la mesa «si los restos animales fueron parte del ajuar funerario o de una ofrenda de los rituales que aquellas comunidades practicaban en ese espacio o si por otra parte es una intrusión casual» algo que acabará de determinar la investigación, según Sureda.

El otro yacimiento en el que están trabajando es el de Es Cap de Barbària II, en el otro extremo de la isla y a cielo abierto. Se trata de un poblado que albergó a unas cuatro familias, lo que supone una población de entre 30 y 40 personas. Los pobladores de Es Cap ocuparon hace unos 3.600 años una estancia por unidad familiar, con hogar y espacios para almacenamiento y algunas zonas comunes para la realización de trabajos, el conreo de animales o la manipulación de alimentos.

Consolidar estructuras

En este poblado, de manera complementaria a la parte científica, las excavaciones también sirven para «restaurar y consolidar estructuras, con el objetivo fundamental de poner en valor el yacimiento y que un día –que esperemos sea pronto- sea visitable y podamos añadir señalética y paneles con todo tipo de información que hemos conociendo con nuestra búsqueda y que sea un espacio abierto al público en general», apunta Sureda.

Zona de mayor población

La zona de Es Cap fue seguramente la zona que concentró mayor población en la isla de Formentera durante la prehistoria, como explica el arqueólogo: «Conocemos alrededor de una veintena de yacimientos de los que este es el más importante o como mínimo el mejor conservado». En los años 80 se llevaron a cabo las primeras excavaciones en la zona y el equipo de Sureda las recuperó en 2012 «y están ofreciendo información valiosísima para entender cómo era la vida en un poblado de hace 3.500 años».