Fachada del Hospital de Son Espases, donde se realizó la donación. | Teresa Ayuga

Este lunes las redes sociales se hicieron eco de un gran acto de solidaridad que trascendió a través del perfil de la Fundación Josep Carreras de lucha contra la leucemia.

La protagonista ha sido Adriana. "Tengo 25 años y vivo en Formentera", asegura en el relato en el que cuenta con alegría en estos tiempos de pandemia que en este "2020 tan horrible" una llamada la "llenó de ilusión". En esa llamada le notificaban que tras haberse apuntado en el registro del REDMO de donantes de médula había resultado compatible con un paciente 'imparable' y que comenzarían con los pasos necesarios para hacer realidad esa donación.

Tras superar con éxito un aislamiento por haber estado en contacto con un positivo en coronavirus Adriana se presentó en el Hospital Can Misses para realizarse las primeras pruebas y más tarde fue trasladada a Mallorca para llevar a cabo la donación a través de aféreisis para lo que tuvo que "preparar a mi cuerpo con dos inyecciones diarias durante cinco días. Parece complicado, pero fue pan comido", recuerda.

Adriana relata que "estando en la camilla no podía evitar pensar en todo lo bonito que quería transmitir con mis células al paciente. Las preparé con muchísimo cariño y espero que se porten bien con el paciente. Por la Fundación sé que muchos están solos durante el aislamiento debido a la maldita pandemia. No me quiero imaginar lo duro que tiene que ser enfrentarse a todo este proceso solo".

Esta joven de Formentera desea compartir su historia para ayudar "a resolver dudas o a animar a alguien más a hacer se donante de médula ósea. Yo también pensaba que era algo peligroso y que me pondría en riesgo a mi misma. Incluso confundía la médula ósea con la médula espinal. Pero suerte que hay tantísima información y está toda disponible en www.fcarreras.org/donamedula".