Captura de un vídeo de una fiesta ilegal en Formentera.

El mismo día que el Govern anuncia que las restricciones contra el covid se endurecen en Formentera, equiparándose con el resto del archipiélago, vuelven a inundarse las redes sociales con imágenes de la puesta de sol en la playa de Cavall d’en Borràs del pasado domingo en las que centenares de personas bailaban y bebían desenfrenadamente como si no hubiese un mañana. Las mascarillas eran inexistentes y la distancia entre personas apenas dejaba pasar el aire. No se trata de un fenómeno aislado, ya que viene repitiéndose con una cierta frecuencia.

[Descontrol total en una playa de Formentera: ni mascarillas, ni distancia y mucha fiesta]

Según ha podido saber Periódico de Ibiza y Formentera, la mayoría de los participantes son clientes de Beso Beach y Tiburón, dos de los establecimientos de esa playa, que suelen cerrar poco antes de las 20 horas. Una vez “en la calle” empieza el macro botellón perfectamente organizado, con equipos de música y bebidas.

Se da la circunstancia de que la zona forma parte del Parc Natural de Ses Salines y en las imágenes se ve perfectamente como muchos de los “danzantes desbocados” pisotean las dunas, probablemente sin ser conscientes de la atrocidad que están cometiendo.

El Consell de Formentera manifiesta que la policía local no intervino, ya que estaba atendiendo una emergencia. Hace pocos días que la presidenta de la institución, Alejandra Ferrer, pidió por carta a la presidenta del Govern, Francina Armengol, la presencia de agentes covid en la isla, para que puedan evitar este tipo de aglomeraciones. También manifestó la presidenta que a pesar de que la Guardia Civil ha ampliado y reforzado sus recursos en Formentera “no dan abasto”.

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Fuegos artificiales
En la misma zona, la semana pasada, unos pirotécnicos aficionados, decidieron animar la noche con unos auténticos fuegos artificiales, en pleno parque natural. Intervinieron la policía local, guardia civil, bomberos e Ibanat, ante lo que claramente era una actividad de alto riesgo.

Recordemos que el pasado 2016, un turista italiano hizo la “gracia” de lanzar una bengala desde su embarcación en Illetes y acabó calcinando una hectárea de sabinar en el islote de Espalmador.

Fiestas en casas y apartamentos
Las restricciones horarias en los establecimientos de restauración están provocando fiestas ilegales en establecimientos turísticos en los que los turistas continúan la fiesta.
En este sentido el Consell Insular ha pedido la implicación de los propietarios de los establecimientos para poder denunciar estas actividades.

Indignación
Las redes sociales echan humo estos días ante estas actitudes incívicas e insolidarias, que están encendiendo a aquellas personas que a pesar de respetar escrupulosamente las restricciones impuestas ven como el número de casos va en aumento ante estas concentraciones irresponsables.

Por otra parte los empresarios de la restauración no ocultan su enfado ante lo que consideran una medida “absurda” obligar a echar el cierre una hora antes y exigen un mayor control de este tipo de celebraciones.