Hay zonas de los puertos deportivos en las que se da cabida a estas empresas de chárter. | Toni Ruiz

Marina de Formentera y Nueva Formentera, las dos marinas concesionarias en el puerto de la Savina, están recibiendo desde mediados de junio inspecciones semanales de la Policía Portuaria de Autoridad Portuaria de Baleares (APB), que abren boletines con propuestas de sanción por permitir más de un barco en algunos amarres.

En este sentido, hay algunos amarres en estas marinas que se alquilan a empresas locales, registradas en APB y, por tanto, legales de chárter náutico para que dejen allí, por ejemplo, sus embarcaciones neumáticas. Cabe señalar que esta situación no es nueva, pues las empresas legales de chárter náutico están en estos puertos deportivos desde hace más de una década.

Según ha podido saber este periódico, hasta este año no se habían producido inspecciones ni propuestas de sanción por este motivo, es decir, por albergar más de un barco en un amarre, algo que ha sorprendido tanto a las empresas concesionarias como a las que ejercen la actividad de chárter náutico, sobre todo, por el hecho de abordar este asunto en plena temporada turística.

Las cifras

Hasta la semana pasada, Marina de Formentera había recibido desde el pasado 20 de junio un total de 225 boletines con propuesta de sanción y Nueva Formentera otras 175 propuestas de sanción. Las propuestas de sanción pueden convertirse en 1.000 euros de multa por embarcación y, en el caso de reincidencia, serían 2.000 euros. Al ser inspecciones semanales, la Policía Portuaria multa siempre a los mismos barcos, por lo que la sanción en el caso de Marina de Formentera podría ascender a casi 400.000 euros, a lo que habría que sumar el montante de Nueva Formentera. El motivo es que APB quiere que se cumpla estrictamente con lo estipulado, es decir, que si hay un amarre para un barco de 35 metros en este amarre sólo atraque un barco de 35 metros y no varios de ocho o 12 metros, por ejemplo.

En el caso de Marina de Formentera, antes de que empezaran las inspecciones a mediados de junio recibieron una llamada de APB advirtiéndoles de que tenían más barcos de los proyectados y que tenían que regularizar esta situación. Tienen 64 amarres de hasta 35 metros, un muelle de espera y una gasolinera. Las empresas de chárter náutico están ubicadas en diferentes espacios, como muelles de espera o bien un amarre bastante malo que nadie quería porque es una zona de bastante tránsito y allí lleva trabajando una empresa legal de chárter desde hace 14 años.

En el caso de Nueva Formentera, las inspecciones también empezaron el 20 de junio. Ambas concesionarias ya han advertido a las seis empresas de chárter náutico que albergan de que deben cumplir con lo que les exige la APB y que, por tanto, deben limitarse a un barco por amarre. En este sentido, ya les han requerido que deben retirar los barcos que haya de más en los amarres o bien abandonar las instalaciones, pues las inspecciones con los consiguientes boletines de propuesta de denuncia se suceden semanalmente y si finalmente se llegan a materializar las sanciones económicas las empresas pasarían a tener una situación económica delicada.

Por este temor, ya han comunicado a las empresas de chárter náutico formalmente y de manera verbal que deben cumplir con lo que les exige ahora APB. La situación es bastante incómoda tanto para las empresas de chárter náutico como para las concesionarias ya que es una situación inusual, que no se había producido hasta ahora y con el agravante de que tienen que salir o retirar embarcaciones en plena temporada turística.

Hasta el momento, las concesionarias no habían requerido a estas empresas de chárter que retiraran los barcos para salvaguardar la temporada y el trabajo de estos empresarios locales, pero al ver que las inspecciones y los boletines de denuncia de APB siguen aumentando con el paso del verano han tenido que pedirles que se limiten a un barco por amarre.

Chárter náutico

Las empresas de chárter náutico están viviendo esta situación con máxima tensión ya que afirman que no hay alternativa real a no estar en estos puertos deportivos. Los empresarios consultados por este rotativo, algunos de los cuales llevan muchos años trabajando en esta actividad ubicados en las marinas deportivas, no entienden esta situación ya que son empresas legales, que pagan las tasas y cánones que se les requiere y que están plenamente localizadas por la APB.

En este sentido, el gestor portuario sabe cuántas embarcaciones tiene cada empresa de alquiler. No entienden por qué se impone este criterio este año y se sienten perseguidos por la APB pese a ser empresas completamente legales. Afirman no tener alternativa ya que no quieren ejercer su actividad de manera ilegal en s’Estany des Peix y su máxima preocupación ahora es poder seguir trabajando en las mismas condiciones para acabar la temporada y dar un buen servicio a sus clientes.

En el horizonte, la incertidumbre sobre qué pasará el año que viene: «Este tema se podría haber abordado en enero, febrero, marzo u octubre para buscar soluciones; no son formas. Si APB no nos quiere aquí, que nos den alternativas. Nos preocupa qué pasará el año que viene», explica uno de los empresarios afectados.

Por el momento, ninguna de las seis empresas ha abandonado las instalaciones ni reducido su flota de embarcaciones y se mantienen a la expectativa por ver cómo evoluciona la situación. Afirman que, de continuar en esta misma línea y sin tener alternativa real para poder ejercer su actividad de manera legal, darán batalla y mirarán cómo responder legalmente a la APB.

Desde APB explican a este rotativo que no se les ha dado un plazo máximo para que regularicen la ocupación de los amarres y se ajusten a lo estipulado en los proyectos y que únicamente se les están notificando los incumplimientos. En este sentido, recuerdan que pueden amarrar en los espacios habilitados para ello, dejando libres los canales de acceso y navegación y respetando, por tanto, los márgenes de seguridad y maniobrabilidad.

El Consell de Formentera

Tanto las marinas deportivas como las empresas de chárter náutico han abordado esta situación con el Consell de Formentera. Desde la institución afirman que el orden dentro del puerto se debe abordar y si las embarcaciones de alquiler no están como deberían se debe revisar. «No obstante, ahora en plena temporada no es el momento de cambios de criterio ante situaciones y pequeñas empresas cuyas economías se están viendo afectadas gravemente sin solucionar tampoco el problema de seguridad», precisan.

El Consell de Formentera explica, además, que el puerto necesita «una reorganización global» ya que el espacio reducido y la gestión del puerto «sin encontrar soluciones para la sociedad y sostenibilidad de Formentera se han acabado convirtiendo en un gran problema».

Por eso, desde hace años piden un club náutico, un espacio para las embarcaciones de alquiler, otro espacio para una marina seca, que se reduzcan las excursiones y «las frecuencias innecesarias para ofrecer un servicio de calidad, respetuoso con el medio ambiente y garantizando las necesidades del pueblo de Formentera. En definitiva, adaptar el servicio a Formentera», concluyen.