Juan Manuel Costa, presidente de la patronal hotelera de Formentera.

El presidente de los hoteleros de Formentera, Juan Manuel Costa, tiene claro que, a falta de datos oficiales, este año la temporada en la pitiusa sur es «excepcional». Costa explicó ayer que «mayo lo dimos por perdido; todavía todo era muy incierto. Conseguimos salvar medio junio, gracias a la mejora de las cifras de afectados por el virus y el aumento de vacunaciones. Julio, agosto y septiembre hemos tenido cifras de ocupación superiores a 2019 (año pre-pandemia) y a un precio más elevado».

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Hace unos meses nadie esperaba una temporada que ha recordado a las mejores de la anterior década. De hecho, el presidente de los hoteleros, reconoció ayer que «nos ha pillado por sorpresa y, en algún momento, hemos estado a punto de sentirnos desbordados, pero lo hemos podido solucionar y ofrecer un buen servicio a nuestros visitantes».

El problema
El principal problema con el que se han topado ha sido «el de siempre». El alojamiento para los trabajadores ha vuelto a ser por enésima vez el clavo en el zapato. «Desde que se aprobó la comercialización de viviendas y estancias turísticas hemos insistido en que el tejido empresarial y la isla necesita estas viviendas. Pero no únicamente para el personal, también para la gente que está viviendo en Formentera y para los que el acceso a un techo digno; resulta un problema en algunas ocasiones incluso insalvable», destacó Costa. El presidente de los hoteleros, incluso, va más allá: «Además, pedimos que se controle muy bien quién está comercializando vivienda turística y cómo lo está haciendo. Lo que no puede ser es que los hoteleros o los que estamos autorizados a comercializar plazas turísticas tengamos siempre las inspecciones y estemos obligados a cumplir siempre con toda la normativa y luego vemos que gente que tiene apartamentos los comercializa sin ningún tipo de control», concluyó.