Cala Saona, en Formentera | María Serra

Ninguna de las empresas que gestionaban hasta el momento los chiringuitos de playa de Formentera ha logrado volver a ser la adjudicataria de una de estas concesiones de servicios de temporada en las playas de la pitiusa del sur.

La Mesa de Contratación de estas concesiones decidió este viernes, tras valorar los diferentes aspectos que componían cada una de las ofertas, proponer la adjudicación de los distintos lotes que incluían un quiosco de playa a diferentes empresas que, hasta el momento, no habían operado en este sector en la pitiusa del sur.

Tras esta licitación, la gestión familiar que ha caracterizado a los chiringuitos de las playas de Formentera en las últimas décadas pasará a tener un carácter más puramente empresarial.

El presidente de la Asociación de Concesionarios de Playa de Formentera, Bartolo Escandell, aseguró que ha sido un «shock» conocer el resultado del concurso. «De los concesionarios viejos, los de toda la vida, no quedamos ninguno», aseguró apesadumbrado, «nos han echado a todos. Vamos todos fuera», se lamentó.

Empresas familiares

«Ha sido un shock, estamos paralizados mentalmente y no sabemos cómo asumir esta noticia», continuó Escandell. En este sentido, indicó que todavía no saben cuál va a ser el siguiente paso que van a dar. «Vamos a ver mañana (por este sábado), con más calma, si podemos pensar un poco más». Y es que, con esta decisión del Consell Insular, estas empresas familiares que llevaban gestionando toda la vida estos chiringuitos van a tener que empezar de nuevo de cero. «Somos todos empresas familiares», recordó el presidente de los concesionarios de playas, «que llevamos desde el principio del turismo prácticamente gestionando estos negocios, y ahora va a cambiar todo a grandes empresas».

Unas empresas con las que «no podemos competir» porque «son muy fuertes, tienen más dinero que nosotros, por lo que los pequeños nos vamos y los grandes entrarán».

«Nosotros hemos hecho toda la promoción turística, hemos ayudado a que el turismo suba en la isla para que ahora llegue otro el que administre esto, y nosotros ahora a buscarnos un trabajo de camareros o de lo que sea», subrayó Escandell.

De cualquier forma, aseguró que van a buscar cualquier resquicio para revertir esta decisión de la mesa de contratación.

En cuanto a los nuevos concesionarios, el lote de la playa de Cala Saona ha ido a parar a la empresa Mar y Playa 2 S.L. De los dos lotes de la playa de Es Pujols, uno ha sido adjudicado a apartamentos Castaví S.A. y el otro a Paraíso de los Pinos S.A.

El lote de la playa de Es Copinyar ha recalado en la compañía Tafa Marenglen, el de la playa de Migjorn en Far Away La Mola S.L. y el de la playa de Ca Marí en la empresa Ojalá Formentera 3 S.L.

Todavía faltan por adjudicar dos chiringuitos más. Uno de ellos es el conocido bar Pirata de Migjorn y el otro la Franja, en es Caló. En ambos casos la gestión recaerá en nuevas empresas, ya que los anteriores concesionarios desistieron presentarse al concurso por «las condiciones draconianas de la licitación».

El apunte

Sa Unió culpa al Consell de la debacle de las empresas familiares

Sa Unió de Formentera ha culpado directamente al Consell de elaborar unas bases para las concesiones playeras que beneficiaban a las grandes empresas, al valorar en un tercio de la puntuación total la oferta económica. Según señaló Llorenç Córdoba, portavoz de la coalición, estas bases «no han venido ni de Madrid ni de Palma, las ha redactado el Consell», y lo que han conseguido es que las empresas familiares, algunas de las cuales llevaban 40 años gestionando el mismo chiringuito, se hayan visto en la calle.

«Ya avisamos cuando salieron las bases de que se primaba mucho el aspecto económico», recordó Córdoba, y las ofertas ganadoras han duplicado en todos los casos a las que han quedado en segunda posición, «lo que ha favorecido a las grandes empresas».

«Desde el Consell tienen que salir a dar explicaciones de manera urgente», señaló, principalmente para conocer «qué pretendían con estas bases».