Una imagen de las conservadoras trabajando.

Este jueves se celebró en todo el mundo el Día Internacional de los Archivos creado por la Unesco en 1948 para conmemorar la creación del Consejo Internacional de Archivos. Por este motivo, el Arxiu de Formentera, dependiente del Consell insular, dio ayer a conocer los trabajos que se están llevando a cabo de conservación de los expendientes afectados por el incendio intencionado que destrozó las dependencias del área de Urbanismo del antiguo ayuntamiento en 1999.

La consellera de Patrimonio, Raquel Guasch, aseguró que tienen como objetivo «cumplir con el deber de la administración de preservar los documentos oficiales que son fuente de información para los ciudadanos y una contribución fundamental a la memoria de la isla».

Concretamente, los trabajos, que tienen un presupuesto de 7.300 euros, los están llevando a cabo las conservadoras y restauradoras de la empresa Einam, Nieves Peinado y Kena Marí Llano y se prolongarán durante unos 680 horas de trabajo «para tratar los documentos de las 22 cajas con cerca de mil expedientes».

Documentos muy afectados

Los documentos tienen un doble problema ya que no sólo sufrieron el fuego sino también el agua que se empleó para extinguir el incendio «y que ha permanecido en los papeles durante años».

Desgraciadamente, Peinado confirmó que «la afectación de los expedientes es irregular ya que algunos casos conservan la capacidad para permanecer unidos, mientras que en otros se ha producido la degradación total o su fusión y adhesión por el material plástico y el calor».

Además, «todos muestran suciedad en forma de acumulación de cenizas y restos de papel quemado, cuyo carácter graso afecta al resto que se descubre en mejor estado, acelerando su oxidación y deterioro». Incluso, tampoco ha ayudado el sistema de almacenamiento que se empleó «en cajas de cartón convencional, característico por su acidez».

Trabajos realizados

Por tanto, las tareas consisten en limpieza, desinfección y recomposición de los expedientes, siempre que el estado lo pueda permitir. Además, se realizará la extracción de las partes afectadas por suciedad y microorganismos, «para que éstos no proliferen por el resto y provoquen su degradación total».

Incluso, se aprovechará «para realizar la clasificación dejando constancia de la información disponible y del proceso del tratamiento» y cuando esté terminado «se almacenará en cajas de cartón neutro de conservación».