Un momento del pleno celebrado este viernes en el Consell de Formentera.

El pleno del Consell de Formentera aprobó este viernes por unanimidad una propuesta del grupo Sa Unió para dotar a la isla de Formentera de un sistema de control de la temperatura del agua del mar. En su exposición de motivos, el grupo de la oposición recordó que, entre los años 2015 y 2019, el mediterráneo experimentó una serie de olas de calor marinas que provocaron la mortalidad masiva de muchas especies marinas, entre ellas las praderas de posidonia.

Recordaron que el resultado de los estudios que se están llevando a cabo en el ámbito internacional «muestran que el Mediterráneo está experimentando una aceleración de los impactos ecológicos asociados al cambio climático, lo que supone una amenaza sin precedentes para la salud y el funcionamiento de sus ecosistemas». Ante este panorama, «es imprescindible conocer la relación entre las diferentes respuestas biológicas de la biodiversidad marina y los diferentes niveles de exposición al calor», recalcaron.

También a propuesta de Sa Unió el pleno del Consell aprobó por unanimidad una propuesta para dotar de iluminación a los pasos de peatones, al menos en aquellos puntos con menor visibilidad o más peligrosidad de la isla.

No corrió la misma suerte otra propuesta de la oposición, en la que se solicitaba que se retrasara hasta el mes de noviembre el levantamiento del firme de la carretera de es Ca Marí para proceder a los trabajos de instalación de los cables de la interconexión eléctrica con la península. Dichas labores estaba previsto que comenzasen el 17 de octubre y, dado que todavía habría establecimientos turísticos abiertos para esas fechas desde Sa Unió solicitaban que se retrasase hasta el 1 de noviembre.

En este caso el equipo de gobierno de Gent per Formentera y PSOE justificaron su voto negativo al hecho de que ya ha habían procedido a retrasar el inicio de los trabajos.

El pleno dio luz verde a su vez por unanimidad a instar al Govern a que ponga en marcha el programa de abonos a los viajes entre islas a partir del mes de octubre.   

También se aprobó con el beneplácito de todos los grupos la modificación inicial de la ordenanza fiscal reguladora de la tasa de las escoletas públicas de la isla, las de La Miranda y Sant Ferran.

Otra propuesta de la oposición que no vio la luz fue la solicitud de rehabilitación y mejora de la calle Gregal y el canal de las Salinas. «Es un proyecto que lleva desde 2008 en presupuestos pero nunca lo han ejecutado», indicó el portavoz de la oposición, Lorenzo Córdoba, que acusó al equipo de gobierno de «vender humo» y de hacer promesas que saben que no van a cumplir.