María Escandell durante la entrevista. | Toni Planells

María Escandell (Ibiza, 1950) ha estado durante décadas al frente de la Boutique Ángeles, en pleno corazón de La Marina. Sin embargo, este verano la boutique ya no abrirá las puertas de su tienda y, no sin cierta nostalgia, María recuerda con Periódico de Ibiza su experiencia durante los 44 años en los que ha estado tras el mostrador de su tienda.

¿Cómo se siente tras la jubilación?
— Un poco extraña. Normalmente en Semana Santa ya abríamos, y por estas fechas ya deberíamos estar preparando todo.

¿Se siente extraña?
— Sí, veo que llega la Semana Santa y estoy como si nada (ríe), mucho más relajada.

Ahora que va a tener tiempo de sobra ¿ha pensado a qué lo va a dedicar?
— Soy una enamorada de Ibiza, así que he pensado en dedicar más tiempo a descubrirla mejor, sobre todo en verano. Como siempre he estado trabajando en esta época del año, ahora podré aprovechar para conocerla un poco más. Es como recuperar el verano tras 44 años. También me gustaría dedicar más tiempo a viajar, compartir más momentos con familia y amigos...

Boutique Ángeles, que ha cerrado sus puertas. Foto: Toni P.

¿Nació en Vila?
— No, yo nací en Sant Miquel, en Can Salvador, pero llevo en Vila más de 50 años.

¿Cómo aprendió a coser y diseñar?
— Cuando terminé mis estudios, empecé corte y confección en el pueblo de Sant Miquel, en Can Maimó. Teníamos de profesora a María Costa y su madre también nos enseñaba a coser. Allí fue donde me saqué el título de corte y diseño.

¿Cómo decidió abrir su tienda?
— Cuando llegué a Vila en el año 72 ya empecé a coser y a diseñar, primero para particulares y al poco tiempo para la Moda Adlib. Transcurridos unos años, en el 78, me asocié con un señor holandés llamado Aren y abrimos nuestra primera tienda en la Calle de la Virgen. La tienda tenía ropa que él traía de Holanda y mis diseños de Moda Adlib. Estuvimos trabajando juntos durante cinco años hasta que él volvió a su país, y yo continué con la tienda hasta el año 84 que me mudé a la calle Castelar número cinco. Allí he estado todos estos años.

¿Estaba usted sola?
— No, siempre he tenido la suerte de estar muy bien acompañada. Empezando por María Escandell que ha estado a mi lado hasta que se jubiló. Más que una trabajadora puedo decir que siempre he tenido y sigo teniendo a una gran amiga. Después entró Diana, un encanto, y Maureen, que conquistaba con su simpatía y organización. Estos últimos años ha estado Antonia, que aparte de familia, siempre ha sido un gran apoyo para mí y no nos podemos olvidar de las divertidas primas Andrea y Marga que también estuvieron ayudándome durante varios veranos.

Seguro que ha tenido clientes importantes.
— Sí, muchos. Los más importantes han sido la clientela fiel y fija de cada año, de la isla, que siempre han estado allí. También he tenido clientes famosos. Por la tienda han pasado diferentes actores, jugadores de fútbol, modelos...

Presuma un poco, dígame algún nombre de estos clientes.
— No sé, por ejemplo, el actor de Titanic, Leonardo di Caprio, la duquesa de Alba, Tita Cervera,que era muy buena clienta, Poti, etc.

¿Siempre ha diseñado y cosido para su tienda?
— Durante muchos años sí, después llegó un momento que no pude seguir y he estado con grandes modistas y diseñadoras que han hecho siempre un gran trabajo y les estoy muy agradecida. He tenido modelos de Ibimoda, Dyras, Neus, Antonia, Milagros... siempre he estado muy contenta con la tienda.

La veo un poco melancólica respecto a la tienda
— En realidad, yo creo que continuaría trabajando, pero llega un momento en el que es mejor dejar las cosas estando todo bien y seguir viviendo. Boutique Ángeles ha sido mi ilusión y mi pasión. Además siempre he estado muy bien acompañada. Por eso estoy agradecida a toda la gente que me ha ayudado y apoyado durante todos estos años, sobre todo de mi hija Ángeles y de mi hijo Esteban.