Motos y motocicletas de todas las cilindradas se unieron ayer a la caravana del III Día de la moto pitiusa, organizado por el Paladines Custom Club de Eivissa.

Más de 300 «moteros» de todos los rincones de las Pitiüses participaron en el tour turístico por las carreteras de la isla, la primera de todas las actividades programadas.

Pese a las adversas condiciones climatológicas "que restaron mucha participación a esta concentración" este año no hubo que lamentar ningún accidente en la carretera; sólo alguna moto se quedó «tirada» en plena carretera, lo que tampoco supuso más inconveniente, puesto que un coche «escoba» de la organización "similar al de las carreras ciclistas" recogía a los que se apeaban de sus máquinas, como explica el secretario del Paladines Custom Club de Eivissa, Mariano Moreno.

La fiesta continuó por la tarde en el campo de fútbol de Sant Josep, con una «torrada» de carne monumental.

Sin embargo, las motos no reposaron ni un sólo momento sus motores, puesto que los «piques» por saber qué motor sonaba más fuerte o quién era capaz de avanzar más lento sin poner el pie en el suelo fueron constantes a lo largo de todo el día de ayer.

PRUEBAS DE DESTREZA
Las pruebas de destreza comenzaron a partir de las cinco de la tarde a pesar de la lluvia, que amenazó con su presencia.

Entre otros retos, los conductores tuvieron que demostrar que eran capaces de lanzar un dardo a una diana desde una moto en marcha, igual que una amazona.

Sin embargo, el encuentro de ayer era eminentemente masculino y la presencia de féminas con «chupas» de cuero escaseaba en la pista de fútbol de Sant Josep.

El último acto del día fue la entrega de trofeos a los mejores pilotos y a los que más destreza habían demostrado sobre las dos ruedas.