Cuatro actrices y un espontáneo -el viento- congregaron ayer por la mañana en la plaza de la iglesia de Sant Josep a medio centenar de niños.
Con una hora de retraso debido a la celebración previa de un funeral, los lloros se sustituyeron por risas, los mayores por pequeños y el luto dió paso a colores chillones en la actuación del grupo de animación Xisclá.

Las narraciones de Canta Contina sobre sus viajes «al país de nunca jamás» donde «las flores te abrazan y los mares son naranjas», introdujeron a los chavales en los trucos de cuerdas, desapariciones e incluso levitaciones de la maga Pandora Chapuzas a la que ayudaron en su labor pronunciando al unísono las «palabras mágicas: pin pan pun». A continuación, los payasos El Gran Zasca y Globito, hicieron las delicias de su público con juegos malabares, tropezones y errores espontáneos salvados con humor. El colofón a la fiesta fue un enorme dragón verde cuyas formas cobraron vida gracias a los espectadores.