Sant Vicent de sa Cala también vive estos días sus fiestas. Foto: GERMAN G.LAMA.

La población de Eivissa y Formentera se volcó ayer en la celebración del Domingo de Ramos, jornada en la que se conmemora la llegada de Jesús a la Ciudad Santa, camino del Calvario. Todas las parroquias de las Pitiüses oficiaron la tradicional misa y procesión en la que se bendicen las palmas y las ramas de olivo con las que los cristianos dieron la bienvenida a Jesucristo en Jerusalén.

La catedral de Eivissa, donde los actos comenzaron a las diez y media de la mañana, fue sin duda uno de los escenarios del día. Gente de todas las edades acudió a la ceremonia religiosa, que fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Eivissa, Agustín Cortés Soriano.

Otro de los puntos señalados fue sa Cala, donde las fechas de Semana Santa coinciden con las fiestas patronales. En esta localidad la misa comenzó a las seis de la tarde y estuvo seguida por pasos cantados, largos y cortos, para hombres y mujeres. La jornada en Sant Vicent de sa Cala se completó con una invitación de buñuelos y vi pagès y una gimcana.

Las celebraciones religiosas continuarán el Jueves y el Viernes Santo, día en el que también tendrá lugar la tradicional procesión.