Rafael Martínez, director del Playa Real, único hotel de las Pitiüses que ostenta ya el sello de calidad, la «Q» que otorga el Instituto de la Calidad Hotelera Español (ICHE), fue el encargado de explicar ayer a otros 39 hoteleros cuáles son las claves que permiten superar todas las pruebas y conseguir el ansiado galardón.

La jornada de aprendizaje e información fue organizado por la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera y, en ella, los empresarios pudieron plantear a Martínez sus dudas sobre cuestiones concretas que actualmente les preocupan en el proceso de llegar a la máxima calidad. «Todas las medidas que se tomen tienen que estar encaminadas a lograr la satisfacción del cliente», explicó Martínez. El director del Playa Real, que en enero recibió de manos de la secretaria de Estado para el Turismo, Elena Pisonero, la famosa «Q», incidió en la necesidad de que el equipo directivo del hotel se implique en la implantación del sistema de calidad. «Pero no es una tarea de dos o tres personas, sino que hay que implicar a todo el equipo humano; la gente no ve como propio un sistema en el que no ha colaborado, que le ha sido impuesto», comentó Martínez.

En esta charla también quedó patente que «no tiene sentido hacer un gran esfuerzo con el único objetivo de conseguir el sello». El director del Playa Real habló del llamado «bucle de calidad», por el que el hotelero tiene que intentar ir hacia un sistema cada vez más perfeccionado. «Pero no hay que pensar que se van a obtener resultados sorprendentes. Se logrará ser más competitivo y se mejorará el producto, pero hay que ser paciente».