Peter Brantschen ofreció ayer en el mercado de Can Sort una degustación de chocolate procedente del Comercio Justo. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Peter Brantschen ofreció ayer en el Mercado del Campo de Can Sort una degustación de chocolate suizo biológico. En el pequeño puesto había también café, miel y otros productos alimenticios, todos ellos procedentes de países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Sobre el pequeño puesto había colocado un cartel con el siguiente lema: «Comercio Justo».

Peter Brenchen es, en la actualidad, uno de los pocos residentes en Eivissa que comercia con los producto adscritos al programa de Comercio Justo. Pero,¿qué es esta iniciativa? «Es un proyecto que trata de que los pequeños productores de los países considerados del Tercer Mundo puedan dar una salida digna a sus artículos, prescindiendo de intermediarios, etc», comenta Peter, quien añade que el Comercio Justo es una iniciativa que está muy desarrollada en otros países, «en Suiza, por ejemplo el siete por ciento de todo el café que se comercializa proviene del Comercio Justo». Este tipo de artículos -alimenticios y artesanía típica, entre otros, en España, pueden adquirirse a través de dos organizaciones no gubernamentales como Intermon en Valencia o Alternativa 3 en Barcelona. «En mi caso -explica Peter-, adquiero los productos de manera indistinta a las dos asociaciones, en función de la oferta que tengan y de los precios. Lo hago de forma individual, pero creo que es importante que en España se conozca mejor este proyecto, por eso he montado hoy (por ayer) esta degustación».